
La APM calla ante el acoso a periodistas críticos y solo defiende a los afines
Este doble rasero pone en entredicho la imparcialidad de la APM como defensora de la libertad de prensa
La Asociación de la Prensa de Madrid (APM) ha condenado el acoso sufrido por periodistas de TVE durante una manifestación en Madrid.
La protesta, organizada por la plataforma Por la España Constitucional, exigía la dimisión del presidente Pedro Sánchez. Según la APM, los profesionales de TVE fueron objeto de insultos y empujones que impidieron su labor informativa.
La APM expresó su solidaridad con los periodistas y reclamó respeto al trabajo de los medios, sin importar su línea editorial.
Sin embargo, esta condena ha generado críticas por la aparente falta de equidad en la defensa de todos los periodistas. Se señala que la APM actúa con contundencia cuando los afectados pertenecen a medios públicos o afines al Gobierno.
Pero guarda silencio o minimiza los ataques cuando las víctimas son periodistas independientes o críticos con el Ejecutivo. Este doble rasero pone en entredicho la imparcialidad de la APM como defensora de la libertad de prensa.

En otras ocasiones, periodistas de medios no alineados han denunciado hostigamientos sin recibir el respaldo de la APM. Por ejemplo, durante protestas contra la ley de amnistía, reporteros de medios críticos fueron increpados sin condena oficial.
La APM ha sido acusada de actuar más como un actor político que como una entidad neutral en defensa del periodismo. Esta percepción se refuerza cuando se observa la rapidez con la que responde a agresiones a medios afines al Gobierno.
Mientras que su reacción es lenta o inexistente cuando los afectados son periodistas de medios independientes. La libertad de prensa debe ser defendida sin importar la línea editorial del medio o la ideología del periodista.
La APM tiene la responsabilidad de proteger a todos los profesionales de la información por igual. Cualquier forma de acoso o violencia contra periodistas debe ser condenada con la misma firmeza y sin sesgos.

La credibilidad de la APM como defensora de la libertad de prensa depende de su imparcialidad y coherencia. Es fundamental que la asociación actúe con equidad y no se deje influenciar por afinidades políticas o ideológicas.
Solo así podrá recuperar la confianza de todos los profesionales del periodismo y de la sociedad en general. La libertad de información es un pilar esencial de la democracia que debe ser protegido sin excepciones.
La APM debe reflexionar sobre su papel y comprometerse a defender a todos los periodistas por igual. Solo con una postura firme y equitativa podrá cumplir su misión de salvaguardar la libertad de prensa en España.
Es hora de que la APM demuestre con hechos su compromiso con todos los profesionales de la información. La defensa de la libertad de prensa no puede estar condicionada por simpatías políticas o intereses partidistas.
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