Hoy quiero hablar de valientes

Lo cierto es que estamos siendo testigos de tiempos transmutados en un surrealismo vertiginoso donde estrategias de geoingeniería social están consiguiendo implantar en la mente de los ciudadanos inputs psicoinvalidantes con el objetivo final de subvertir la realidad induciendo el pensamiento único dado por la versión oficial del poder utilizando tácticas de control psicológico que éstos mismos se encargan de convalidar mediante la aberración que representa para un mundo libre el fact-checking.

Hace ya varios lustros, poderes exonacionales sujetos a intereses privados impusieron a los estados una agenda para poner en funcionamiento una compleja y monstruosa maquinaria de transmutación, tanto de la verdad como de la realidad, con un fin que no era otro sino el de lograr el control total sobre la población, que al menos en el mundo occidental, había llegado a alcanzar cotas inasumibles de libertad y prosperidad. La sociedad tenía demasiado que decir, cosa intolerable.

Esta circunstancia de bonanza no era asumible por parte de unos poderes que de facto necesitan que la sociedad perviva por debajo de los umbrales de cobertura mínimos en relación a los bienes esenciales o protegidos como son un trabajo digno, la vivienda, sanidad o educación, entre otros. Para ellos es imperativo que exista una creciente legión de individuos que supliquen por un puesto de trabajo, que se arrodillen e imploren por un techo bajo el que poder vivir, personas que se encuentren en situación de necesidad vital y cuyo sustento no esté garantizado de tal forma que, aunque se les imponga un régimen de semi esclavitud (esto se produce cuando el trabajador es coactivamente obligado a entregar al fiscoel 50% de su salario) lo perciban como normal y lejos de levantarse en armas y cortar cabezas, no sólo no lo hagan sino que la mayoría aplauda y lo hagan agradecidos.

Esto es como si un esclavo estuviera agradecido a su amo, quien no hace más que someterlo a trabajos forzados de sol a sol, lo alimenta con los despojos y sobras de su propia comida, le deja gentilmente dormir en la cuadra con los animales y para cerrar el día nohace otra cosa sino darle unos buenos latigazos hasta hacerle sangrar y saltarle la costra de los del día anterior, eso sí todo con la mejor de sus sonrisas y recordándole que mañana hay más de lo mismo. Y si necesitan algo más; que lo pidan. ¿Os suena esta siniestra oferta?

Esta es su forma de ejercer el control total sobre la población mediante la eliminación de las bases de sustentación elementales de sus proyectos de vida, dificultando el acceso a los bienes preferentes y la generación de sociedades dependientes del estado. ¡Bienvenidos al socialismo!

Bueno querido lector, esta ya es nuestra realidad. Las nuevas generaciones tienen que suplicar por un trabajo mal pagado y del cual hacienda, con su acción usurpadora e inquisitorial, aún les requisará al menos la mitad; toman consciencia de la imposibilidad de adquirir una vivienda en propiedad; se debaten en la tesitura de elegir si comer carne o pagar un alquiler disparado; y encima parece ser que tienen que agradecer al gobierno el mísero proyecto de vida que les auguran y que cada día que pasa se desdibuja más y más hasta convertirse en un borrón ininteligible.

Dicho esto, en un contexto en el cual están siendo atacados los cimientos de nuestra civilización, donde se pervierte la realidad, se confunde la verdad y la justicia se desdibuja bajo el marchamo del fact-checking, ¿cómo es posible luchar contra la imparable y aplastante corriente de la versión oficial donde el cuarto poder, depositario colectivo de la fe en la información veraz y contrastada, se ha convertido en un ente abstracto dependiente de los emisores de esa misma versión oficial? He aquí otra analogía socialmente sofisticada de la fábula de la zorra y las gallinas, donde se invierten ingentes esfuerzos en hacer creer a los ciudadanos de que aquella zorra es la postulante más idónea para cuidar de las otras, disfrazando una cruel realidad y cuyo desenlace todos debemos de ser capaces de imaginar.

No es posible mantener la idea de que en España existe una prensa libre e independiente cuando, sin ahondar más allá, en los últimos cinco años el gobierno ha gastado más de 700 millones de euros del erario en someter al periodismo mediante la pervertida y eufemísticamente mal llamada publicidad institucional, que no es sino un mecanismo para teledirigir la opinión pública y subvertir la razón y la crítica de la población según los intereses del que paga. Como comentábamos en párrafos anteriores, el pueblo no dispone ni del tiempo ni del ánimo en pararse a discernir si la información que recibe se corresponde con la realidad, la da por verdadera en atención a esa fe en que la información es veraz y está contrastada; no puede dedicarse a eso ya que tiene invertidos todo su esfuerzo vital y todo su tiempo en buscar casa, cómo lograr llegar a fin de mes o buscar un trabajo para poder mantener a su familia y asuntos de índole de elemental subsistencia.

Sin embargo, un rayo de luz nos invita a aferrarnos a la esperanza. En ese rayo de luz, que se abre paso entre un cielo lleno de nubarrones negros amenazantes pero que ilumina la tierra con poderoso ímpetu, viajan una serie de periodistas cuyo valor y audacia hacen suya la batalla contra la ignominia, la falsedad embustera, el cinismo y la corrupción, en una cruzada diaria en la que se enfrentan a un enemigo despiadado y cruel con la independencia como armadura y con una cámara y un micro que paulatinamente van ganando en fama siendo ya temidos cual ropera y daga vizcaína de soldado de los Tercios Viejos que tanta gloria trajerona España.

Ante la acción de gobierno opaca y oscurantista, que sólo se explica tras el análisis de la imparable ola de corrupción que cada día se cobra una nueva cabeza en el PSOE y que ha permeabilizado hasta el último de sus militantes, simpatizantes y demás sujetos de estómago agradecidos, se han desvelado una serie de destacados profesionales que se encuentran en primera línea y debatiéndose en el cuerpo a cuerpo con todos aquellos que están señalados por la justicia, invadidos por la inmoralidad, el abandono al dogma de la secta y a la incondicional adoración del amado líder.

Es necesario poner de relieve a quienes están llevando a cabo esta lucha contra los corruptos, criminales y personajes de baja estofa que, muy a pesar de España y de la ruina de los españoles, han logrado llegar al poder mediante el más despreciable embuste, el fraude electoral y que han desarrollado una red basada en el tráfico de influencias criminal, desvelándose todos ellos en piezas de una organización criminal que finalmente han obtenido el objetivo final de la mafia; alcanzar el poder político. Siendo este el nivel de los enemigos de España, de la pacífica convivencia, de la prosperidad y de las libertades, es cuando podemos tener la perspectiva para definir su poder. La fuerza y el empuje de estos jóvenes periodistas y otros análogos, la valentía con la que se enfrentan a hordas de fanáticos enfervorecidos por las soflamas ideológicas y la exposición a la que están sometidos, es el motivo para que humildementeescriba estas palabras de reconocimiento hacia estos jóvenes, ya grandes del periodismo, que serán recordados como héroes, como adalides de la lucha por la verdad, la libertad y la justicia en tiempos de oscuridad y corrupción.

Este artículo es mi humilde homenaje a todos aquellos que se la juegan, que son capaces de exponerse, valientes para enfrentarse al fanatismo ideológico en la distancia corta, aun a costa de su propia integridad física, a todos aquellos que están solos en la calle haciendo frente a la criminalidad mirándola a los ojos.

Estos campeones tienen nombre; hoy hablaré de jóvenes valientes (algunos ya no tanto) como Adais Casares, Vito Quiles, Bertrand Ndongo, Rubén Pulido, @RescueYou, además de otros puntas de lanza como Alejandro Entrambasaguas, María Jamardo, Beatriz Talegón, Carlos Cuesta, Antonio Naranjo, Miquel Giménez y muchos otros jóvenes y veteranosque espero me excusen pero que también enfocan su todos sus esfuerzos en arrojar luz a estos tiempos oscuros.

P.D.: No dejaré de hacer mención especial en este homenaje sobre periodistas valientes, independientes, hombres y mujeres de honor, gentes de principios, virtudes por las cuales en muchas ocasiones han sido objeto de persecuciones, al baluarte, a los capitanes de la nave que navega con proa clara y viento frescohacia un horizonte libre; que no son otros sino los grandes Iker Jiménez y Carmen Porter.

Por Antonio Sánchez Sánchez.