
Quieren echarnos del Congreso porque decimos la verdad
La opinión de Javier García Isac de hoy, miércoles 21 de mayo de 2025
La televisión pública, esa que pagamos todos, pero que solo disfrutan ellos, ha decidido que el grupo EDATV e Informa Radio no somos un medio de comunicación. Nos insultan, nos persiguen y nos desprecian porque decimos la verdad, porque nos atrevemos a hacer las preguntas incómodas, esas que nadie más se atreve a formular. La consigna es clara: expulsar del Congreso a quienes no se arrodillan ante el poder. Y para ello, han activado toda la maquinaria del Estado y de la propaganda, sin pudor ni escrúpulos.
La mesa del Congreso de los Diputados, presidida por Francina Armengol, ha elaborado un nuevo “código de conducta” para periodistas, con un único objetivo: echarnos. No es por comportamiento, no es por falsedad, no es por agresividad. Es por decir la verdad. Es por hablar del caso Koldo, de Santos Cerdán, de la imputación de la ex presidenta de ADIF, la señora Pardo de Vera, esa a la que los medios públicos protegen como si fueran su escolta personal. Es por señalar con nombres y apellidos a los corruptos del sanchismo. Eso es lo que no se nos perdona.
Y lo hacen, además, con una rapidez digna de un régimen totalitario: en apenas 24 horas han prohibido la proyección del documental “Lo que nos ocultaron” —un trabajo riguroso sobre la historia criminal del PSOE, dirigido por Carlos Saura Medrano y escrito por Marcos de Quinto, Juan Carlos Girauta y un servidor—; han ordenado retirar una lona en la que se denunciaban los escándalos de corrupción del Gobierno; y ahora preparan nuestra expulsión del Congreso. Una purga informativa en tiempo récord. No quieren testigos, ni incómodos, ni valientes. Quieren silencio. Quieren sumisión.
Lo más repugnante no es solo la actitud del PSOE, que actúa como lo que es: una organización autoritaria, con reflejos totalitarios. Lo más vergonzoso es la actitud servil de muchos periodistas, esos que obedecen sin rechistar al comisario político Patxi López, y que se levantan de la sala de prensa cuando este da la orden, como si fueran miembros de una secta. No hacen periodismo. Hacen militancia. Son activistas al servicio del poder, esbirros de un régimen decadente que necesita silenciar al discrepante para poder sostener sus mentiras.
La televisión pública, la misma que recibe millones de euros de subvenciones, no abre ni una línea sobre Santos Cerdán, el nuevo Ábalos del sanchismo, al que ya se le ha visto el plumero en los wasaps filtrados. ¿Periodismo? No. Ocultamiento. Prefieren hablar de Eurovisión, de chorradas, de frivolidades, de cualquier cosa antes que del lodazal en el que chapotea Pedro Sánchez y su banda. Han convertido los informativos en panfletos, y los debates en corrales ideológicos donde solo hay sitio para los obedientes.
Mientras tanto, desde EDATV e Informa Radio seguimos haciendo lo que siempre hemos hecho: periodismo. Preguntamos lo que nadie se atreve a preguntar. Denunciamos lo que los demás callan. Damos voz a los que no tienen altavoz. Y por eso nos quieren fuera. Porque saben que si seguimos dentro, si seguimos preguntando, si seguimos informando, su relato se derrumba como un castillo de naipes.
Nos quieren fuera del Congreso porque no les interesa la libertad de expresión. Porque no creen en la democracia. Porque les molesta que existamos. Y si mañana nos retiran la acreditación, si nos expulsan, será la prueba definitiva de que España ha dejado de ser una democracia parlamentaria para convertirse en un régimen autocrático donde solo se permite una versión de los hechos: la que dicta el Gobierno.
Pero les tenemos que decir algo: no nos van a callar. Ni con códigos de conducta, ni con expulsiones, ni con insultos desde sus televisiones públicas. El periodismo no se rinde. La verdad no se negocia. Y el pueblo español, más pronto que tarde, despertará y les pedirá cuentas, entonces, serán ellos los que salgan y para no volver.
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