Cervantes dice que España es un narcoestado y envía a Don Quijote a Buenos Aires
Por José Rivela
Osera (Orense). Aquí soy el Quijote gallego, pues me ha resucitado D.Miguel hace un tiempo; vivo al lado del Monasterio (orden del Císter), también conocido como el Escorial gallego. Me llevo bien con las personas del pueblo y también puedo ver y hablar con los muertos. Por las noches siento una inquietud creciente, parece que los muertos se han enfadado porque los están moviendo de lugar y prefieren estar tranquilos.
Llueve, la vida transcurre plácida y monótonamente alrededor de la plaza. Una persona asiste desde la ventana de su entresuelo a los acontecimientos cotidianos con una intensidad desusada. Desde ahí puede ver todo lo que sucede en el mundo. En su memoria van quedando grabados todos los detalles. Más tarde esa persona rememora aquel pasado imborrable, presidido por la lluvia, que cae constantemente sobre el pueblo.
Ahora puede ver lo que sucede en este momento: Cervantes (nunca morirá) habla con Don Quijote y le dice: Conocí el hartazgo, la paz, el hambre, la guerra, el tifus, la miseria, el día y la noche, el frío y el calor, el peligro y la vida. Pero todo eso sucedió antes de que tu nacieras. Ahora España es un narcoestado (por eso vas a viajar a Argentina) que poca gente quiere ver. Las evidencias están ahí.
¿Es España un narcoestado?
Quizá no sea la pregunta correcta. La verdadera cuestión es: ¿por qué no lo vemos? Porque la evidencia está ahí, al alcance de todos. Mientras el ciudadano medio discute sobre partidos de fútbol o pseudopolémicas de Twitter, los titulares que deberían escandalizar al país pasan casi inadvertidos: El número uno de la Guardia Civil del puerto de Valencia, detenido por narcotráfico. Excavadoras entrando en su casa. ¿Cómo llega alguien tan alto en la jerarquía sin ser detectado antes? ¿O tal vez sí fue detectado, pero nunca fue un problema para quienes de verdad mandan?
Y no es un caso aislado. El exjefe de la UDEF, encargado de perseguir grandes corruptos, con 27 millones en dinero negro y 15 más en criptomonedas, fruto del narcotráfico.
Narcodrones que cruzan el Estrecho sin necesidad de aterrizar, barcos con redes iberoamericanas cayendo en Algeciras. Pero, claro, todo esto se queda en “redadas exitosas”. ¿De verdad? ¿Y el resto del iceberg?
D. Quijote: el resto del iceberg lo encontraré yo, por eso me voy a Buenos Aires, que allí me facilitarán información los amigos de La Derecha Diario.
Continúa Cervantes: Si los denunciantes son acosados y solo los pequeños eslabones de la mafia están cayendo, ¿qué significa para los grandes? Que están protegidos. No por azar, sino por diseño. El diseño de un sistema donde la corrupción y el narcotráfico no son anomalías, sino engranajes necesarios. Y muchos españoles mientras tanto, consumen titulares comprados y votan a la partitocracia financiada por esa red que les distrae del verdadero problema: un país donde el narcotráfico no solo está en los puertos o en los drones, sino en los despachos y redacciones, en las fiscalías y en los parlamentos.
Ahora D. Quijote sigue: Esto no es un escándalo aislado; es la prueba de que España es un narcoestado funcional. Un país donde la justicia es ciega por elección, no por símbolo, y donde los que mandan han convertido a muchos ciudadanos en cómplices de su propia ignorancia.
¿Las maletas de Delcy? Llevaban también kilos de cocaína. ¿La estructura empresarial del hijo de Ábalos? En Colombia. ¿Marlaska? Desmantela OCON-Sur.
Cervantes: Y sumen los amigos con los que se fotografía Feijóo o cómo Pedro Sánchez permitió que los camioneros marroquíes puedan atravesar España sin permisos… la misma semana que el Rey de ese país indulta a casi 5.000 cultivadores de cannabis y compraba terrenos para su producción. No hace falta moralizar, porque esto no es un debate ético, sino un hecho: si no lo ves, es porque alguien quiere que no lo veas. Y en un narcoestado, el silencio nunca es gratuito. Pregúntate a quién beneficia.
D. Quijote ha vuelto a nacer, es un recién nacido, acaba de volver a la vida. ¿Cuál es mi misión en este mundo? ¿Vale la pena vivir en él? Solo soy libre de una cosa: de dejarlo. Pero parece que el mundo ejerce una determinada fuerza de atracción. Me despierta la curiosidad. Ya no creo que me ofrezca más experiencias. Sin embargo, observar las experiencias de otros cargando las propias, viejas, no me desagrada. La gente se me acerca extrañada, porque en ellos encuentro un pedacito del viejo y ya muerto D. Quijote de la Mancha. Tienen ideales, convicciones, casas, escuelas, funcionarios, pasaportes, son patriotas y antipatriotas, belicistas y pacifistas, nacionales y cosmopolitas. Yo no soy nada de eso. Tuve madres patrias, se hundieron. Tuve convicciones, se esfumaron. Es raro que la gente crea en milagros. Cree en cualquier cosa, salvo en milagros. Pero ¿quién de todos los que creen en ideas las ha experimentado de esa forma? Esta manera de observar y de pensar me pone contento. Decir que este es el sentido de mi vida alcanza para explicar mi decisión: no volver a salir del mundo al que acabo de llegar. Para poder disfrutar de mi independencia, tengo que ser completamente libre.
Cervantes: ¿Donde está naciendo la Libertad? La intuición me dice que Javier Milei está abriendo ese camino en Argentina y yo obedezco a todas y cada una de mis intuiciones.
El escenario gira y esa persona que mira desde la ventana de su entresuelo en Osera puede ver a D. Quijote en Buenos Aires. El sonido de las campanas del mediodía se ha extinguido. La gente está sentada en sus casas o en restaurantes. El olor a comida viaja con el viento. D. Quijote se sentó en la terraza de un café. Pasaron dos hombres y el sonido de fonemas argentinos lo golpeó en el oído. No quería compañeros en desgracia. Evitaba las ocasiones en las que se veía obligado a escuchar, con credulidad gentil, historias exageradas de inmigrantes sobre su grandeza pasada, y a omitir, con ceguera gentil, aquello que contra su propia voluntad podría revelar sobre su miseria actual. ¿Quién de ellos había vuelto a nacer como él? Todos parecían haber dejado atrás sus vidas anteriores. No concebía un patriotismo que se lamentara por una madre patria existente, como si se la hubiera tragado el océano. Las palabras en español que acababa de escuchar, sin embargo, entraron de alguna manera en un área desconocida de la sesera de D. Quijote. Un área que el espacio parecía haber habilitado.
Javier Negre (propietario de La Derecha Diario) se acerca y acompaña a D. Quijote a la sede. En el camino le va contando: Primero lo urgente, buscar apoyos para salir del cáncer sanchista, luego, ya en el gobierno dar una gran batalla cultural con los Patriotas para ir desinfectando España de Socialismo. Creo vital concretar la idea de juntar medios para defender el voto. Lo importante es aprovechar la inercia de los movimientos patrióticos en el Mundo: Argentina, El Salvador, EEUU, Italia, Hungría, Austria,.....
Y D. Quijote comienza a preparar sus armas para enfrentarse a la batalla cultural. Lo primero que hará será visitar a Javier Milei para prestarle juramento como hombre libre. (Continuará)
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