¿Quieres uno de los 2.500 trabajos de la Seguridad Social? Esto es lo que debes saber
Todo lo que te preguntas sobre las oposiciones a la Seguridad Social: hay más de 2.500 plazas
La reciente convocatoria de oposiciones para la Seguridad Social ha generado un gran interés entre quienes buscan estabilidad laboral y una carrera en la administración pública. Con 2.500 plazas disponibles, esta oportunidad se presenta como una de las más atractivas del año. Vamos a contarte un poco en qué consisten y a resolver todas las dudas que puedas tener.
¿Qué es la convocatoria de oposiciones para la Seguridad Social?
La convocatoria de oposiciones para la Seguridad Social es un proceso selectivo que tiene como objetivo cubrir 2.500 plazas en el cuerpo administrativo de esta institución. Estas plazas están destinadas a reforzar el personal que trabaja en la gestión y administración de los servicios que ofrece la Seguridad Social a los ciudadanos.
La resolución también incluye la convocatoria de 1.421 plazas mediante el sistema de promoción interna. De estas, 121 plazas corresponden a las que no se cubrieron en la Oferta de Empleo Público de 2021, y 650 plazas pertenecen a las vacantes no cubiertas en la Oferta de Empleo Público de 2022.
En cuanto a las plazas disponibles por el sistema de acceso libre, se reservarán 125 para personas con discapacidad, con un grado igual o superior al 33%. Igualmente, dentro del sistema de promoción interna, se destinarán 76 plazas para este mismo colectivo.
¿Quién puede participar en las oposiciones?
Para participar en estas oposiciones, es necesario cumplir con una serie de requisitos básicos.
Tener la nacionalidad española o cumplir los requisitos establecidos en el art. 57 del Texto Refundido de la Ley del Estatuto Básico del Empleado Público aprobado por Real Decreto Legislativo 5/2015. En el supuesto de acceso al empleo público de nacionales de otros Estados Miembros de la Unión Europea.
Estar en posesión o en condiciones de obtener, en la fecha de finalización del plazo de presentación de solicitudes, el título de Bachiller o Técnico.
Tener cumplidos 16 años y no exceder, en su caso, de la edad máxima de jubilación forzosa.
Poseer la capacidad funcional para el desempeño de las tareas.
No padecer enfermedad o discapacidad que impida el desempeño de las correspondientes funciones.
No haber sido separado/a o despedido/a, mediante expediente disciplinario del servicio de cualquiera de las Administraciones Públicas o de los órganos constitucionales o estatutarios de las Comunidades Autónomas. Ni hallarse en inhabilitación absoluta o especial para empleos o cargos públicos por resolución judicial.
¿Cómo es el procedimiento de selección?
Si quieres apuntarte, debes darte prisa, tienes hasta finales de junio y te puedes apuntar en el Punto de Acceso General.
El proceso de selección para las oposiciones de la Seguridad Social consta de varias fases. La primera es una prueba de conocimientos teóricos, que incluye un cuestionario tipo test sobre el temario oficial. Este temario abarca materias como Derecho Administrativo, Seguridad Social, y conocimientos generales sobre la administración pública.
Una vez superada esta prueba, los aspirantes deben enfrentarse a un ejercicio práctico. Este ejercicio consiste en la resolución de casos prácticos relacionados con las funciones que desempeñarán en el cuerpo administrativo de la Seguridad Social. La finalidad es evaluar la capacidad de los candidatos para aplicar sus conocimientos teóricos a situaciones reales.
Finalmente, los aspirantes que superen ambas pruebas serán convocados a una fase de concurso. En esta fase, se valorarán méritos adicionales como la experiencia laboral previa en la administración pública, la formación académica complementaria, y otros aspectos que puedan ser relevantes para el desempeño del puesto.
¿Qué ventajas ofrece trabajar en la Seguridad Social?
Trabajar en la Seguridad Social ofrece numerosas ventajas. En primer lugar, se trata de un empleo estable, con un contrato indefinido y la posibilidad de desarrollar una carrera profesional a largo plazo.
Además, los empleados de la Seguridad Social disfrutan de una serie de beneficios sociales, como la posibilidad de acceder a programas de formación continua. También permisos y licencias retribuidas, y un sistema de promoción interna que permite ascender a puestos de mayor responsabilidad.
Otra ventaja importante es la retribución económica. Los salarios en la Seguridad Social son competitivos y están regulados por convenios colectivos que garantizan incrementos salariales periódicos.
Además, los empleados tienen derecho a una serie de complementos salariales en función de su antigüedad, el puesto que ocupen, y otros factores.
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