Despedido en España por hacer cuatro barbaridades a un compañero en horario laboral
El trabajador decidió llevar el caso a la justicia, pero la sentencia ha sido clara
Recientemente, en una empresa de construcción ubicada en Tui (Pontevedra), dos empleados se vieron involucrados en un incidente que resultó en el despido de uno de ellos. La mañana prometía ser como cualquier otra, ya que los trabajadores debían realizar unos trabajos de reforma en unas instalaciones de Inditex en Santiago de Compostela.
Sin embargo, lo que comenzó como una jornada laboral rutinaria pronto se convirtió en un caos debido a las acciones de uno de los empleados.
Durante el trayecto hacia Santiago de Compostela por la autopista AP-9, el empleado "bromista" decidió gastar una broma de muy mal gusto a su compañero de trabajo. El otro se encontraba al volante de la furgoneta de la empresa. Empezó por poner la música a un volumen ensordecedor, gritar y grabar al conductor con su teléfono móvil. Pero lo peor estaba por venir.
En un acto de imprudencia total, el empleado advirtió que iba a accionar el freno de mano, una acción que el conductor no tomó en serio debido al comportamiento errático de su compañero.
Sin embargo, el "bromista" llevó a cabo su amenaza, provocando que las ruedas del vehículo se bloquearan y que el conductor perdiera el control de la furgoneta. El resultado fue un accidente aparatoso, con varias vueltas de campana y la furgoneta destrozada.
Afortunadamente, el incidente solo causó lesiones leves al conductor, quien necesitó una baja médica para recuperarse. Sin embargo, las repercusiones para el empleado "bromista" fueron más graves. Tras el accidente, el departamento de recursos humanos de la empresa intervino y, tras investigar lo sucedido y escuchar las versiones de ambos empleados, procedió al despido inmediato del responsable del accidente.
El empleado lleva el caso a la justicia
Pese a la evidencia de los hechos, el empleado impugnó el despido alegando que vulneraba su derecho fundamental a la dignidad, respaldándose en el convenio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Sin embargo, el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) confirmó que el despido estaba justificado debido a la actitud irresponsable, temeraria y de suma gravedad del trabajador.
Este caso sirve como ejemplo de las graves consecuencias que pueden tener las acciones imprudentes y peligrosas en el lugar de trabajo. El respeto por la seguridad y el bienestar de los compañeros es fundamental, y cualquier comportamiento irresponsable puede resultar en sanciones graves, como en este caso, incluso en el despido.
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