Lamine Yamal, la pesadilla de un cura que reza para que no siga marcando goles
El jugador de la selección española es el más joven en llegar a este nivel
Lamine Yamal, el extremo de la Selección ya es el jugador más joven en participar en el torneo y en una eliminatoria del mismo. Pero aún tiene un objetivo en mente: convertirse en el goleador más joven de todos los tiempos en el torneo continental.
Con 16 años y 357 días, el pasado viernes contra Alemania ha sido su última oportunidad. Hay dos escenario, si España queda eliminada y Lamine no logra anotar, perderá la ocasión de superar el récord. Esto, ya que para la próxima Eurocopa tendría 20 años y no podría batir la marca anterior, establecida por Johan Vonlanthen con 18 años.
Vonlanthen, una vez considerado una gran promesa del fútbol suizo, dejó el deporte a los 32 años para dedicarse a las sagradas escrituras. Hoy, como sacerdote, reza por mantener el récord que el jugador español podría arrebatarle.
El cura que ha sido un talento con el balón
Nacido el 1 de febrero de 1986 en Santa Marta, Colombia, Johan Jarlín Benavides mostró desde muy joven su talento con el balón. Sin embargo, la separación de sus padres supuso un duro golpe que cambiaría su vida radicalmente.
Su madre, de quien dependía su custodia, decidió emigrar a Suiza en busca de trabajo, donde Johan tuvo que forjar su carácter. Introvertido, tímido y muy habilidoso con el balón, pronto comenzó a destacar en Suiza como una joven promesa. Después de adoptar el apellido de su padrastro, Johan Vonlanthen empezó a recibir ofertas de los clubes más importantes del país.
A los 16 años, debutó en el BSC Young Boys de la primera división suiza, convirtiéndose en el jugador más joven en participar en la Swiss Super League.
Después de dos temporadas a muy alto nivel, el PSV Eindhoven decidió ficharlo. Su primera temporada en el club neerlandés fue excelente, lo que le permitió jugar la Eurocopa con Suiza.
En el último partido de la fase de grupos, Vonlanthen anotó su primer gol en el torneo contra Francia. Desde entonces, han pasado veinte años y nadie ha podido arrebatarle el récord. Sin embargo, su pasión por el fútbol se fue desvaneciendo en favor de la vida religiosa.
Del campo de juego a una iglesia
La historia de Vonlanthen se ha desarrollado de una manera inesperada. En su segundo año, sufrió un bajón en su rendimiento, lo que lo llevó a ser cedido al Brescia y al NAC de Breda.
Posteriormente, el Red Bull Salzburgo lo fichó para su ambicioso proyecto. Sus primeros años en el club fueron buenos, pero en 2008 algo cambió en su mentalidad.
Tras sufrir varias lesiones menores que lo mantuvieron fuera de los campos por semanas, Vonlanthen comenzó a leer la Biblia para sobrellevar esos momentos difíciles, un hábito que nunca abandonó.
Pronto se unió a la corriente adventista. Lo que empezó a limitar su capacidad para jugar al fútbol. El exfutbolista pidió al equipo no jugar los sábados y, gradualmente, perdió el entusiasmo por el balón.
Esto llevó a su cesión al Zúrich, donde mostró destellos de su talento, pero de manera esporádica. Decidido a dejar el fútbol, tomó una decisión clara. Regresar a su Colombia natal, donde, a los 24 años, comenzó a preparar su retirada del deporte profesional.
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