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Mariano Rajoy de barba y gafas sonríe frente a un edificio histórico mientras en la esquina aparece un círculo con el rostro de Juan Rajoy y un signo de exclamación rojo
CORAZÓN

Todo cambia para Mariano Rajoy: su hijo, Juan Rajoy, ya no puede ocultarlo más

Mariano Rajoy y su hijo, Juan Rajoy, han sorprendido a todos en Galicia al conseguir algo que muy pocos hacen

La Plaza del Obradoiro ha vivido una escena insólita, ha sido el pasado 17 de julio y ha tenido como protagonistas a Mariano Rajoy y a su hijo, Juan Rajoy. Ambos han sorprendido a propios y extraños. Porque ya no lo pueden negar: han sido el centro de todas las miradas.

El expresidente del Gobierno ha llegado a Santiago de Compostela tras completar el Camino Francés. Lo ha hecho caminando, con ropa deportiva, calzado cómodo y un sombrero. Lo ha acompañado su hijo Juan, además de un amigo de este y su hermano Enrique y la escena ha sido casi cinematográfica.

Grupo de personas caminando por una calle peatonal en una ciudad antigua en un día soleado

En ese instante, las gaitas gallegas han sonado con fuerza y un ambiente festivo ha envuelto la llegada del político. Muchos lo han reconocido de inmediato y a pesar del atuendo informal y el sudor del camino, no ha pasado desapercibido. Mariano Rajoy ha entrado en la plaza como si de una pequeña hazaña se tratara.

Mariano Rajoy y su hijo, Juan Rajoy, consiguen emocionar a todos con su última hora

Los transeúntes se han acercado sin dudar: Algunos turistas lo han saludado mientras otros han pedido una foto. Él ha respondido como siempre: con sencillez y simpatía. Ha posado sin rechistar: Foto aquí, sonrisa allá, ha sido todo un baño de multitudes y lo ha disfrutado.

No han faltado los guiños a su estilo inconfundible. "Muchas tardes y buenas gracias", le ha dicho uno. Rajoy ha sonreído.

Mariano Rajoy y su hermano observan y señalan algo en la distancia frente a un edificio histórico de piedra con ventanas y detalles arquitectónicos ornamentados

Mariano Rajoy ha agradecido cada gesto, cada palabra. Se ha mostrado cercano. Ha demostrado, una vez más, su facilidad para conectar con la gente.

Después de la plaza, ha hecho parada en uno de los restaurantes más conocidos: Roma 1930. En plena tierra de pulpo, no ha perdido la oportunidad de saborear los platos típicos. Tampoco allí ha pasado desapercibido: Nuevas fotos, nuevos saludos y él ha posado sin perder la sonrisa.

Mariano Rajoy completa una gran hazaña junto a Juan Rajoy y su hermano y todos le aplauden

Desde que ha vuelto a ejercer como registrador de la propiedad, Mariano Rajoy ha mantenido un perfil discreto. Pero ocasiones como esta demuestran que sigue generando interés. Su hijo Juan, cada vez más visible, también ha acaparado atención.

Mariano Rajoy mayor con barba y gafas sonríe mientras sostiene un diploma decorado

Galicia ha sido testigo de un momento único. Y aunque ellos no lo digan, ha quedado claro: Mariano Rajoy sigue siendo querido.

Y su familia, observada. Porque cuando menos se espera, aparece. Y siempre deja huella.

➡️ Corazón

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