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El príncipe Guillermo y Carlos III de traje con expresión seria y una sirena de alerta dibujada en el centro de la imagen
CORAZÓN

Saltan las alarmas en Kensington Palace: es sobre el príncipe Guillermo y Carlos III

El ambiente vivido en el desfile y varias señales inquietantes hacen saltar las sospechas sobre el futuro en Palacio

En los grandes actos institucionales, las imágenes suelen hablar más que las palabras. La monarquía británica sabe que cada aparición pública es analizada con detalle por millones. Y cuando las tensiones se hacen evidentes, los expertos no tardan en dar su opinión.

Carlos III, su esposa Camila y los príncipes de Gales encabezaron el desfile Trooping the Colour. La ceremonia fue solemne, pero no todos los momentos resultaron tan impecables como cabría esperar. Pilar Eyre, experta en la realeza, lo analizó sin filtros.

Pareja vestida de manera elegante en un carruaje durante un evento oficial él lleva uniforme militar y ella un sombrero blanco

Carlos y Camila, juntos pero distantes

Carlos III presidió el desfile desde un carruaje acompañado por Camila, rompiendo con la tradición de aparecer a caballo. Eyre aseguró que su actitud fue “rígida e incómoda” y que incluso discutió con su esposa. El gesto no pasó desapercibido para quienes siguen de cerca sus movimientos.

En el balcón de Buckingham, la escena fue aún más fría. La reina no interactuó con los hijos ni hermanos del monarca, algo que Eyre considera preocupante. A su juicio, Camila “no ha conseguido empatizar” con la familia del rey.

Tampoco Carlos mostró afecto hacia sus nietos, según el análisis de la periodista. “No vi gestos de cariño”, señaló con contundencia. Cree que para los pequeños, los verdaderos abuelos son “los padres de Kate”.

Guardia con uniforme rojo y sombrero de piel negro junto a un caballo oscuro

El príncipe Guillermo y un gesto que preocupa

El heredero al trono no escapó al escrutinio de Eyre. Observó en él una expresión “taciturna” y lo describió como un hombre “con pocas ganas de ser rey”. Añadió que su sentido del deber parece “mermado”.

También cuestionó su bajo nivel de actividad pública en los últimos meses. Ha aparecido poco en compromisos institucionales y ha tomado varias vacaciones. Para Eyre, este comportamiento puede comenzar a preocupar al pueblo británico.

La familia real inglesa en caída libre.

Llamó la atención la frialdad entre Guillermo y Kate durante el evento. La princesa de Gales tuvo un ataque de tos y estornudos en el balcón, sin recibir gesto alguno de su esposo. La escena refleja, para la analista, cierta distancia emocional.

Kate y sus hijos, la imagen que salva el momento

Pese a las críticas, Eyre elogió a Kate Middleton por su saber estar. La considera “la más digna” del conjunto real y un ejemplo de compromiso. Destacó también su ternura con los pequeños, George, Charlotte y Louis.

Los niños, especialmente George y Louis, fueron definidos como “monísimos”. Eyre dijo ver en ellos reflejos de Guillermo y Harry. Para ella, la imagen más genuina del evento fue el paseo de Kate en carruaje con sus hijos: “tierno, humano y real”.

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