
Rocío Carrasco, obligada a tomar una decisión con Fidel Albiac tras 13 años callada
Rocío Carrasco ha decidido que Fidel Albiac no le acompañe al juicio que ha tenido contra su hija, Rocío Flores
Rocío Carrasco ha vuelto a coincidir con su hija, Rocío Flores, después de trece años sin verse. El reencuentro ha tenido lugar en la Audiencia Provincial de Madrid, donde ambas acudieron por un juicio. La sorpresa fue que Carrasco decidió presentarse sola, sin la compañía de Fidel Albiac.
La ausencia de su marido no ha sido un detalle menor, sino una decisión muy meditada. Rocío Flores mantiene una relación muy mala con Fidel desde hace años. Por eso, Carrasco prefirió evitar más tensión dejando fuera a su principal apoyo personal.

Durante años, Fidel ha estado presente en todos los pasos importantes de Rocío Carrasco. Sin embargo, esta vez optó por no estar a su lado, en un momento especialmente delicado. Ella ha entendido que su presencia podría dificultar aún más la situación con su hija.
Rocío Carrasco ha querido reducir la presión emocional que ya rodeaba el juicio. El conflicto con Rocío Flores es profundo y la distancia entre ellas sigue siendo enorme. Para evitar un encuentro aún más incómodo, ha creído mejor no llevar consigo a quien su hija no tolera.
La decisión de Rocío Carrasco
El juicio ha sido por una demanda interpuesta por Rocío Flores contra la productora La Fábrica de la Tele. La joven considera que algunos contenidos emitidos en televisión vulneraron su imagen. Por ello, decidió acudir a los tribunales para defender su derecho al honor.
La presencia de ambas en el mismo espacio generó gran expectación mediática. Desde primera hora de la mañana, numerosos reporteros se encontraban en los alrededores del juzgado. Las cámaras captaron cada movimiento, pero ninguna de las dos hizo declaraciones contundentes.
Rocío Carrasco habló brevemente con la prensa al salir del edificio. “Todo bien”, comentó con amabilidad, aunque sin dar detalles del juicio ni del encuentro con su hija. Ha decidido que Fidel Albiac no tenga nada que ver en todo esto, pues sabe que la tensión iría en aumento.

No quiso confirmar si durante la vista hubo contacto visual o algún gesto entre madre e hija. Solo respondió con un breve “no os voy a contar nada” y un movimiento de cabeza. Ese gesto dejó claro que no hubo acercamiento, al menos por el momento.
Rocío Flores también optó por el silencio y evitó responder a las preguntas. Su actitud fue más fría y distante, como ya ha demostrado en anteriores ocasiones. La joven parecía centrada en el plano legal y no mostró emoción alguna al salir del juzgado.
Este juicio no solo refleja una batalla judicial, sino también un drama familiar sin resolver. Han pasado trece años desde la última vez que madre e hija se vieron. Que ese reencuentro se haya producido en un tribunal, y no en un entorno privado, lo dice todo.
Fidel Albiac no se ha reencontrado con Rocío Flores
La decisión de dejar fuera a Fidel Albiac cobra aún más importancia en este contexto. Rocío Carrasco ha querido evitar cualquier elemento que aumente el conflicto. La tensión ya era suficientemente alta como para sumar un factor tan controvertido.

Para Rocío Flores, Fidel ha sido siempre una figura hostil, a la que no acepta en absoluto. En varias ocasiones ha dejado claro su rechazo hacia él, tanto en privado como en los medios. Esa enemistad ha sido uno de los grandes obstáculos en su relación con su madre.
Carrasco ha demostrado que es consciente del papel que juega Fidel en esta situación. Por eso, su ausencia ha sido interpretada como un gesto de contención. No implica reconciliación, pero sí una forma de no echar más leña al fuego.
Es la primera vez en mucho tiempo que Rocío Carrasco muestra una actitud menos rígida en este asunto. No ha intentado forzar nada, pero tampoco ha querido cerrar más puertas. Ha optado por el silencio y la prudencia, dejando que los hechos hablen por sí solos.
Aunque no hay señales claras de acercamiento, su decisión ha sido vista como un pequeño cambio. Queda por ver si ese gesto tendrá alguna repercusión en la relación con su hija. De momento, la distancia sigue siendo total entre ambas.
La historia entre madre e hija está marcada por el dolor, el silencio y los reproches. Este juicio ha sido un nuevo capítulo, cargado de simbolismo y tensión emocional. Y, esta vez, Fidel Albiac no ha estado presente para presenciarlo.
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