
El pueblo de Mallorca donde se esconde Joaquín Prat con su familia: hay poca gente
El presentador disfruta de su refugio en Sant Agustí, un rincón tranquilo donde se relaja junto a Alexia Pla y su hijo
La vida privada de Joaquín Prat, uno de los rostros más conocidos de Mediaset, siempre ha estado rodeada de discreción. Sin embargo, recientemente se ha conocido el nombre del pequeño pueblo de Mallorca donde el presentador se refugia en busca de tranquilidad: Sant Agustí. En esta zona, ubicada en Palma, el comunicador posee un chalet en el que se esconde junto a su pareja, Alexia Pla.
Más allá del glamur de la televisión, Prat ha demostrado mantener una vida íntima muy reservada. ¿Cómo es este lugar que se ha convertido en su oasis personal? ¿Qué historia se esconde detrás de su conexión con Mallorca?

Sant Agustí: el pueblo donde Joaquín Prat se refugia con su familia
Lejos de los focos, Sant Agustí se ha convertido en el lugar donde Joaquín Prat encuentra la paz. Esta zona residencial de Palma destaca por su baja densidad de población y su proximidad a playas emblemáticas como Illetes y Cala Major. Se trata de un enclave ideal para quienes, como Prat, buscan intimidad y desconexión sin alejarse demasiado del mar.
El chalet adquirido recientemente por el presentador confirma su deseo de establecer una base sólida en la isla. La compra de esta vivienda no solo supone una inversión inmobiliaria, sino también emocional. Se trata de un espacio donde comparte momentos con su hijo y su pareja, Alexia Pla, consolidando una nueva etapa personal marcada por la estabilidad.
Una conexión marcada por una tradición familiar
La conexión de Joaquín Prat con la isla de Mallorca no es reciente ni casual. Desde hace más de 45 años, el presentador mantiene una relación constante con este paraíso mediterráneo. Y es que ha evolucionado de unas simples vacaciones familiares a un vínculo profundo y duradero.
Su infancia transcurrió entre veranos en la Colònia de Sant Jordi y escapadas con sus padres, quienes le transmitieron un amor genuino por la isla. En aquellos veranos compartidos, la familia solía reunirse en una residencia que pertenecía a su abuela.
Su padre, el inolvidable presentador que llevó su mismo nombre, inculcó a sus hijos el amor por la isla desde edades tempranas. Su madre, Marianne Sandberg también formó parte de esos recuerdos que se han convertido en pilares de su identidad. Durante la juventud de Joaquín, Mallorca fue el escenario de aficiones como la pesca submarina, actividad que aún practica.
Esta continuidad entre pasado y presente convierte la isla en algo más que un destino vacacional. Es, para Joaquín, un lugar que simboliza pertenencia, historia y renovación. Hoy, esos recuerdos con sus padres se transforman en nuevas vivencias junto a su hijo, en un legado emocional que sigue fortaleciéndose.
De hecho, en 2018, Prat fue reconocido como 'Mallorquín del verano', un título simbólico pero muy significativo para él. Durante el acto de entrega, bromeó con un guiño local: "Me siento tan de aquí que me conozco hasta los calabozos de Palma".
Los rincones favoritos de Joaquín Prat en Mallorca
Joaquín Prat conoce Mallorca como la palma de su mano. A sus 47 años, ha explorado prácticamente todos sus rincones, aunque muestra una clara preferencia por ciertas zonas. La costa norte, especialmente el tramo que va desde Port d'Andratx hasta Pollença, es una de sus rutas favoritas por sus calas escondidas y tranquilidad.
Además, siente un cariño especial por la Colònia de Sant Jordi, un lugar clave en su infancia y aún hoy parte de sus planes habituales. Allí suele practicar buceo y navegación, dos de sus grandes pasiones. Cerca de esa zona, en Ses Salines, se encuentra su restaurante predilecto, famoso por su cocina tradicional mallorquina y ambiente familiar.
También se le ha visto disfrutar de la belleza interior de la isla, con escapadas a lugares como Valldemossa y Sineu. Estos pueblos reflejan la esencia más auténtica de Mallorca, lejos del turismo masificado y llenos de historia y tradición.
Joaquín Prat ha encontrado en Sant Agustí, un tranquilo pueblo de Mallorca, su refugio perfecto para disfrutar de la familia y la calma. Esta elección no es fruto del azar, sino la consecuencia de una historia emocional que une al presentador con la isla desde hace décadas. ¿Será este rincón mallorquín el escenario definitivo donde consolidar su futuro personal lejos del foco mediático?
Más noticias: