
Es oficial: Pepe Rodríguez dice basta en 'MasterChef' y da un giro de 180º al programa
El jurado toma una medida sin precedentes en 'MasterChef': todos los concursantes a eliminación y una doble expulsión
La última emisión de MasterChef ha marcado un antes y un después en el concurso culinario más visto de TVE. Pepe Rodríguez, visiblemente molesto, se vio obligado a decir basta tras una prueba exterior considerada "desastrosa". Junto a Jordi Cruz y Samantha Vallejo, el jurado dio un giro de 180º: mandaron a todos a la prueba de eliminación y expulsaron a dos concursantes en una misma noche.
Lo que parecía una gala más de MasterChef acabó convirtiéndose en una sacudida que cambiará la forma de competir en las cocinas. ¿Qué llevó a Pepe Rodríguez a dar este golpe sobre la mesa en uno de los programas más exigentes de la televisión?

El jurado de MasterChef dice basta a la prueba de los concursantes
Lo que comenzó como una prueba más en exteriores acabó transformándose en un auténtico terremoto para los concursantes de MasterChef. El reto, aparentemente sencillo, fue planteado por el jurado como una oportunidad para brillar. Sin embargo, el resultado fue catastrófico: ninguno de los grupos logró cumplir con las expectativas mínimas del jurado, generando un sentimiento generalizado de frustración.
Samantha Vallejo-Nágera expresó su malestar con contundencia: "Aspirantes, os hemos planteado el plato más sencillo de la historia de MasterChef y el resultado ha sido el peor de la historia. Los jefes de cocina no habéis estado acertados, pero el resto de aspirantes tampoco".

La decepción era evidente y sus palabras dejaban claro que el jurado no estaba dispuesto a pasar por alto semejante fallo colectivo. Pepe Rodríguez, más directo aún, calificó la prueba de "desastrosa", una de las peores que ha visto en todos sus años en el formato.
Pepe Rodríguez anuncia un giro de 180º en MasterChef: todos a la prueba de eliminación
Tras el desastre culinario, llegó el momento de la verdad. Habitualmente, el grupo ganador de la prueba de exteriores obtiene el privilegio de librarse de la prueba de eliminación. Mientras, los integrantes del equipo perdedor deben enfrentarse a la temida prueba con el delantal negro.
Sin embargo, esta vez Pepe Rodríguez sorprendió a todos con un anuncio que sacudió los cimientos del programa: "Vais todos, todos, todos a eliminación". Una declaración que cayó como un jarro de agua fría entre los concursantes, que no daban crédito a lo que estaban escuchando.

El ambiente se volvió tenso. Los concursantes, conscientes del error cometido, pidieron disculpas. Pero el jurado ya había decidido actuar con firmeza para evitar que esta falta de compromiso se repita.
Samantha zanjó el momento con una frase tan dura como pedagógica. "Esperamos que en el viaje de vuelta hagáis examen de conciencia porque este bochorno os garantizo que no lo volvemos a dejar pasar nunca", comentó. El mensaje estaba claro: quien no esté a la altura, no continuará.
MasterChef revoluciona el programa con una doble expulsión en una misma noche
Por si fuera poco, la noche no terminó con la prueba de eliminación colectiva. En un giro inesperado, el jurado decidió expulsar a dos aspirantes en lugar de uno, alterando radicalmente la dinámica del concurso.
La tensión se podía cortar con cuchillo cuando Pepe Rodríguez anunció el primer nombre de la persona eliminada: Limin. La sorpresa fue mayúscula, pero más aún cuando, tras unos segundos de silencio, mencionó a Ariana como la segunda expulsada.
Ambas aspirantes, visiblemente emocionadas, se despidieron con gratitud hacia la experiencia vivida. Entendieron que su bajo rendimiento en las pruebas había marcado su destino. Por otra parte, el resto de concursantes no salían de su asombro.
Algunos reaccionaron con incredulidad, murmurando frases como "es broma, es broma. ¿Qué? Qué heavy", reflejo del shock colectivo. La expulsión doble no solo cambió la estrategia del concurso, también dejó claro que a partir de ahora nadie está a salvo.
Este cambio en la estructura habitual del programa ha generado un antes y un después. Las redes sociales ardieron con comentarios sobre la dureza del jurado y la falta de nivel de los concursantes. Muchos seguidores aplaudieron la decisión, interpretándola como un intento por mantener el listón alto, fiel al espíritu original del formato.
Ahora, los aspirantes que siguen en competición lo saben: no hay margen de error. Cualquier fallo puede suponer la expulsión, y el jurado ha dejado claro que no habrá concesiones. La presión es máxima y los próximos programas prometen ser más intensos que nunca.
La última gala de MasterChef ha sido un verdadero punto de inflexión, con Pepe Rodríguez liderando una decisión inédita que ha sacudido al programa. Con todos los aspirantes en la cuerda floja y dos expulsiones de golpe, el nivel de exigencia se ha disparado. ¿Será este el cambio que necesita el concurso para recuperar su esencia más competitiva?
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