
Ni Letizia ni Camila: Mary de Dinamarca da la gran campanada con su hija Isabella
Un evento especial en que Mary sorprende y deja claro quiénes realmente marcan la diferencia en la realeza europea
En los eventos que reúnen a las casas reales, la elegancia es una constante. Pero también lo son los detalles que hacen que algunas figuras, maquen la diferencia en el lugar en que se encuentren. La reina Mary de Dinamarca es el centro de atención y admiración en cada evento o actividad en que participa.
Sin embargo, esta vez ha llamado la atención por una situación muy diferente que ha sorprendido a los medios. Mary participó en el aniversario del Puente de Øresund acompañada de Federico X. Y llamó la atención por algo muy especial, a pesar de que su hija Isabella no estuvo, estaba muy cerca de ella.

Mary de Dinamarca: elegancia y reciclaje de estilo
Para la celebración del 25 aniversario del Puente de Øresund, Mary eligió un traje sastre de color coral de la firma australiana Scanlan Theodore. El conjunto, con blazer entallado y pantalones rectos, además de ser estiloso, era una prenda reciclada, algo que la reina hace con maestría. Esta pieza ha sido parte de su guardarropa en varias ocasiones, pero Mary siempre logra darle un toque renovado.
En esta ocasión, Mary combinó la chaqueta con una blusa de cuello drapeado, un detalle que le dio frescura al conjunto. Con este gesto, la reina reafirma su habilidad para mezclar moda actual con piezas que tienen historia en su armario. Manteniendo siempre su imagen sofisticada y accesible al mismo tiempo.

Un estilo heredado: Isabella sigue los pasos de Mary
El detalle especial del conjunto de Mary es que la chaqueta coral no solo es parte de su guardarropa. También es una prenda que comparte con su hija Isabella. La princesa mayor de Dinamarca lució la misma chaqueta en 2013, durante un evento importante en París, confirmando que la moda es un legado familiar.
Isabella, con su elegancia juvenil, sigue los pasos de Mary en la moda. A través de su propio estilo, la princesa demuestra que la conexión entre ambas va más allá de la sangre. Reflejando un gusto por la elegancia que no se pierde con el tiempo.

Accesorios que marcan la diferencia
El conjunto de Mary no estuvo completo sin sus cuidadosamente elegidos accesorios. Para esta ocasión, optó por unas gafas de sol marrón claro de Ray-Ban, un toque que ya había lucido en eventos previos. A sus pies, salones rosas pastel de Jimmy Choo, pero lo más llamativo fue el tocado de plumas blancas, que la reina eligió para darle un aire alegre a su look.
Aunque el evento tenía un tono formal, Mary supo añadir un detalle de frescura y modernidad con el tocado, demostrando su capacidad para sorprender siempre. El evento, que celebró el Puente de Øresund, recordó la importancia estructural y fue el momento en que Mary de Dinamarca brilló nuevamente.
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