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Dos personas con gafas posan frente a un fondo amarillo difuminado y un emoji sonriente aparece en el centro de la imagen.
CORAZÓN

Máxima felicidad: ya han descubierto lo de Mariano Rajoy y su mujer, Elvira Fernández

Una revelación sobre la austeridad de Mariano Rajoy y Elvira Fernández en La Moncloa conmueve a sus seguidores

Una revelación reciente ha sacado a la luz un dato desconocido que ha generado un sentimiento de máxima felicidad entre los seguidores de Mariano Rajoy y su mujer, Elvira Fernández. Según la periodista Pilar Cernuda, durante su etapa en La Moncloa, la pareja presidencial vivió con una austeridad y discreción que ha sorprendido incluso a los más escépticos. Tanto es así que, según desvela, ni siquiera encargaban menús a restaurantes para las recepciones oficiales.

Este gesto, aparentemente menor, ha sido interpretado como una muestra clara del carácter comedido y humilde del expresidente y su mujer. ¿Cómo lograron mantener una vida familiar tan discreta en el centro del poder político?

Mariano Rajoy con barba y gafas sonríe ligeramente mirando a la cámara.

Las diferencias de la vida en La Moncloa de los últimos presidentes del Gobierno

Desde la Transición, la residencia oficial del presidente del Gobierno se ha convertido en un espacio donde la política y la vida personal conviven forzosamente.  La periodista y escritora Pilar Cernuda lleva décadas analizando los entresijos del poder. En su obra, Moncloa confidencial ofrece una mirada única sobre la transformación del palacete presidencial a lo largo de los años.

En su análisis, no oculta la dificultad que supone trasladar a una familia entera a una residencia como La Moncloa. "Llevarse a la familia a vivir en una residencia oficial ha sido un trauma que han repetido todos y cada uno de los presidentes", afirma.

Adolfo Suárez fue el primero en instalarse en un palacete que, según Pilar Cernuda, presentaba un "aspecto deprimente". Por ello, pidió que "hicieran las obras necesarias en la piscina para ser utilizada, pues estaba destrozada por la falta de uso".

Los presidentes posteriores también tuvieron que afrontar las incomodidades de vivir en La Moncloa. Carmen Romero, mujer de Felipe González, lo llevó especialmente mal. Y es que fue un golpe que Romero no consiguió superar, destacando lo complejo que puede resultar ese traslado obligado a una residencia blindada por el protocolo y la seguridad.

Susanna Griso entrevistando a Felipe González en Espejo Público de Antena 3

Durante su etapa, hicieron varios cambios en diferentes zonas de La Moncloa. "Además de dar un giro espectacular al Salón de Columnas, también eligieron cuadros modernos para sustituir a los clásicos aportados por Patrimonio Nacional", asegura Cernuda.

Por su parte, Ana Botella fue la única que se trajo enseres de su propia casa para instalarlos en Moncloa. "Decidió llevar a La Moncloa algunos de los muebles de su residencia. Entre ellos, los sofás rojos que se habían hecho famosos porque aparecían en todas las fotografías que ilustraban las entrevistas que se le hacían a Aznar", explica Cernuda.

Han descubierto la vida de Mariano Rajoy y su mujer, Elvira Fernández, en La Moncloa

Sin embargo, Mariano Rajoy y Elvira Fernández vivieron ese entorno desde otra perspectiva. En silencio, con discreción y con la firme voluntad de no molestar, su paso por La Moncloa se ha revalorizado con el tiempo. La imagen pública del expresidente se ve ahora reforzada por esta visión íntima y sobria de su vida familiar.

Durante los años en los que Mariano Rajoy lideró el Gobierno de España, La Moncloa fue también el hogar de su familia. En ese entorno, su esposa, Elvira Fernández, conocida popularmente como Viri, marcó la diferencia con gestos tan sencillos como el cuidado de los menús oficiales.

Según relata Pilar Cernuda, Elvira Fernández  decidió que los menús oficiales y los canapés que se servían en las recepciones se hacían "en casa". Es decir, en lugar de contratar a restaurantes o servicios de catering de alto nivel, optó por aprovechar al personal y los medios con los que ya contaba la residencia.

Mariano Rajoy y Elvira Fernández vestidos de negro caminan juntos por la calle, acompañados por una persona más al fondo.

Pero, la implicación de Viri no se limitó a los menús. También intervino directamente en la decoración del área privada de La Moncloa, aunque desde una perspectiva completamente alejada del lujo. Según Cernuda, "no encargó muebles nuevos", sino que pasó "días en los almacenes de La Moncloa y Patrimonio Nacional, eligiendo los más apropiados".

Esa dedicación por encontrar mobiliario útil entre los fondos existentes denota no solo buen gusto, sino una voluntad clara de no despilfarrar recursos públicos. Un detalle que contrasta con otras decisiones anteriores.

Este gesto, lejos de ser anecdótico, refleja un enfoque sobrio de la gestión pública, incluso en el plano doméstico. La decisión fue coherente con la imagen de un Rajoy que apostaba por la contención económica, incluso en los pequeños detalles de su entorno personal.

Elvira Fernández refuerza su figura como primera dama

El papel de las esposas de los presidentes rara vez ha estado exento de polémica o exposición mediática. Sin embargo, Elvira Fernández ha sabido mantenerse en un segundo plano sin dejar de influir positivamente en el entorno presidencial. Su gestión doméstica en La Moncloa, alejada del gasto innecesario y basada en la reutilización de recursos, ha sido ahora aplaudida por muchos sectores.

Mientras otras primeras damas buscaron dejar una huella personal en La Moncloa, Elvira Fernández apostó por una presencia invisible, pero significativa. Lo hizo a través del trabajo silencioso, del cuidado de los pequeños gestos y del respeto por lo que ya había.

Elvira Fernández sonriendo mientras camina al aire libre vestida con saco blanco y bufanda estampada rodeada de otras personas

El hecho de que se encargara personalmente de los menús y los muebles revela un compromiso auténtico con la responsabilidad pública. No buscó protagonismo, pero sus decisiones hablan por sí solas. Elvira Fernández no necesitó aparecer en portadas para dejar huella.

Esta forma de actuar conecta con una parte importante del electorado que valora la humildad y la autenticidad. Tras esta revelación, Elvira Fernández sale más reforzada que nunca, y la pareja que forma con Mariano Rajoy se proyecta como un ejemplo de coherencia entre el discurso y la acción.

➡️ Corazón

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