
Mary de Dinamarca, rota: confirman otro cruel secreto del rey Federico
El monarca danés, Federico X, bajo el foco por su comportamiento informal bajo la lupa del protocolo
Federico de Dinamarca ha estado en el centro de la atención desde que asumió el trono. Su forma de reinar ha sido muy diferente a la de otros monarcas europeos, lo que ha causado tanto admiración como críticas. A lo largo de su primer año como rey, ha mostrado un estilo más cercano y emocional, alejándose de las estrictas normas del protocolo real.
Un rey que desafía la tradición
Desde su proclamación, ha sido visto adoptando posturas más informales, como al besar a su esposa, la reina Mary, en la boca, un gesto que sorprendió a muchos. Además, durante su proclamación levantó la mano en un saludo más común, lo que fue visto como una transgresión al protocolo.

La crítica de los expertos en protocolo
María José Gómez y Verdú, experta en protocolo, ha señalado que el comportamiento de Federico podría ser un desafío a la autoridad y la legitimidad de la monarquía. Según la experta, el protocolo no solo es un conjunto de reglas, sino una herramienta simbólica fundamental para la figura del monarca. Gómez y Verdú sugiere que el comportamiento informal de Federico X rompe con el molde tradicional de los monarcas europeos, que se caracterizan por una presencia más solemne.
La experta también comentó que, aunque los gestos del rey Federico pueden percibirse como un intento de acercarse a la gente, en realidad pueden diluir la imagen regia. "Cuando un monarca se aleja del protocolo, hay una dilución de su figura", afirmó Gómez y Verdú.

El lenguaje corporal y la imagen personal del rey
El comportamiento del rey no solo ha sido criticado por sus gestos, sino también por su lenguaje corporal. En varios eventos oficiales, ha sido fotografiado con las piernas cruzadas o sentado de manera relajada, algo que en ciertos contextos puede considerarse inapropiado. Además, ha mostrado una inclinación por el contacto físico en público, como abrazos y palmadas en la espalda, algo que se aleja de la neutralidad que debería caracterizar a un monarca.
Por otro lado, su elección de vestimenta también ha generado comentarios. Federico ha sido criticado por usar trajes ajustados o mal entallados, lo que da una impresión de tensión o falta de cuidado en su apariencia. Para los monarcas, la ropa es una extensión de su poder y de su autoridad, y un atuendo mal ajustado puede interpretarse como una fisura en esa representación.

El desafío de equilibrar modernidad y tradición
Federico de Dinamarca se enfrenta a un desafío importante: cómo equilibrar su estilo más moderno con el respeto por las tradiciones de la monarquía. En un entorno donde cada gesto tiene un significado muy profundo, debe encontrar la manera de ser accesible sin perder la dignidad que se espera de un monarca.
Aunque su estilo ha atraído a muchos, los expertos recomiendan que el rey mantenga un equilibrio para no comprometer la autoridad de la institución a la que representa. La clave estará en cómo manejar su cercanía con el público sin que esto afecte la imagen y la legitimidad de la monarquía.
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