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Montaje de fotos de primer plano de Marta López y Kiko Hernández.
CORAZÓN

Marta López se niega a callar y confiesa lo que nadie esperaba de Kiko Hernández

La exconcursante de ‘Gran Hermano’ ha revelado sin tapujos algo muy inesperado de su amigo y colaborador de ‘Tentáculos’

Marta López ha vuelto a convertirse en protagonista de la actualidad del corazón, y esta vez no solo por su reciente boda. La colaboradora madrileña, conocida por no tener pelos en la lengua, ha sorprendido a todos al abrir su corazón como nunca. Y lo ha hecho hablando, con emoción y sin reservas, de una de las personas más importantes de su vida: Kiko Hernández.

Ha sido en el plató del programa Tentáculos, el nuevo formato de la cadena TEN en el que trabaja el propio Kiko, donde ella ha roto su silencio. Allí, días antes de pasar por el altar con su pareja, el fisioterapeuta Alejandro Huerta, ha confesado algo que nadie se esperaba. Lo que ha dicho ha sorprendido a muchos.

Marta López sentada en un set de televisión con fondo rosa y decoración colorida, lleva un vestido estampado y expresión seria

Marta López se sincera y expone lo que siente por Kiko Hernández

La boda de Marta López se ha celebrado este fin de semana en Madrid, en un evento íntimo, rodeada de familia y amigos. Entre los invitados destacados se encontraba Kiko Hernández, uno de sus grandes apoyos desde que se conocieron gracias a Gran Hermano. Su amistad ha superado el paso del tiempo, los altibajos profesionales y las diferencias personales.

Y todo quedó más que claro con las palabras que ella le dedicó en el programa Tentáculos. En una intervención televisiva previa a su enlace, fue sorprendida por la felicitación de Carlota Corredera. Felicitación a la que añadió con sentido del humor: “Hay que querer mucho a Kiko Hernández para la boda que te está dando”.

La colaboradora, sin dudarlo ni un segundo, respondió con total sinceridad: “La boda no, la vida que me está dando. Pero le quiero mucho”.

Una frase sencilla, pero cargada de emoción. Y es que si algo quedó claro en ese momento, es que el marido de Fran Antón no es solo un amigo para Marta, es una parte esencial de su vida. Y en un entorno donde las relaciones personales suelen estar marcadas por el espectáculo y la polémica, ese vínculo genuino llamó especialmente la atención.

Además, Marta aprovechó la oportunidad para destacar el buen momento que atraviesa Kiko en el plano profesional: “Le veo feliz en el programa. Os veo mucho y me alegro de todo lo bueno que os pase”.

Kiko Hernández con gafas y cabello canoso está sentado en un sofá rojo en un ambiente iluminado con luces rosadas en 'Tentáculos'.

Con esas palabras, ella se desmarcó de la crítica fácil y se posicionó del lado del cariño, el respeto y la admiración hacia aquel. Una actitud que fue muy bien recibida tanto por los colaboradores de Tentáculos como por la audiencia que sigue fielmente este nuevo espacio de televisión.

La confesión más inesperada de Marta López sobre Kiko Hernández

Si algo caracteriza a Marta López es su habilidad para decir lo que piensa, incluso cuando sabe que puede generar controversia. Y en este caso, lo volvió a hacer al hablar de una de las posibles tensiones de su boda. Nos estamos refiriendo a la coincidencia en el mismo evento de Hernández y Makoke, que mantienen una larga enemistad pública.

Cuando salió a la luz que ambos asistirían a la ceremonia, muchos se preguntaron si habría enfrentamientos. Pero la joven lo dejó claro, con una mezcla de ironía y firmeza: “Los dos me quieren mucho y no va a pasar nada”.

Eso sí, su frase más comentada llegó justo después. Y es que dijo: “Y Kiko, si se ha arrodillado delante de Carmen Borrego y de Raquel Bollo, se tiene que arrodillar delante de Makoke”.

Una afirmación que desató risas, pero también reflejó el talante de Marta, que busca la armonía en su entorno, aunque tenga que poner a sus amigos frente a situaciones incómodas. Con esa declaración, rebajó tensiones y dejó entrever que, pese a las diferencias del pasado, su prioridad en ese día era la paz y la convivencia.

La boda, finalmente, se desarrolló sin altercados. Fue un día de celebración, lleno de sonrisas y reencuentros. Y también un ejemplo de cómo, a pesar de las disputas televisivas, la vida real puede sorprender con gestos de madurez y afecto.

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