Luís Figo reconoce el secreto a voces de las tres hijas que tiene con Helen Svedin

Luís Figo ha decidido hablar por primera vez de algo que hasta ahora había guardado con discreción. Sus hijas, Daniela, Martina y Stella, son el centro de su vida. Lo ha hecho en un momento crucial, coincidiendo con rumores cada vez más firmes sobre su separación de Helen Svedin.

Aunque Figo siempre ha sido muy reservado con su vida familiar, esta vez ha roto su norma personal. En plena gala de los Premios Laureus, ha confesado lo que muchos intuían: su prioridad absoluta son sus tres hijas. Lo ha dicho con orgullo y emoción, justo antes de entregar uno de los galardones de la noche.

Figo y Svedin forman una de las parejas más duraderas del mundo del deporte y la moda, pero ya no viven bajo el mismo techo. Él ha alquilado un piso en el centro de Madrid y ella continúa en el hogar familiar. Sin embargo, ambos han hecho un pacto claro: proteger a sus hijas por encima de todo.

Daniela tiene 25 años, Martina 22 y la pequeña Stella, que ya ha cumplido 19, es la benjamina de la familia. Las tres han crecido lejos del foco mediático, algo que sus padres han cuidado con esmero. Pero ahora, cuando el panorama familiar ha cambiado, Figo ha querido decir en voz alta lo que siempre ha sentido.

“Lo mejor de mi vida”, ha declarado Luís Figo cuando le han preguntado por sus hijas. Con esa frase breve, pero rotunda, ha dejado claro que nada ni nadie está por encima de ellas. Lo ha dicho con serenidad, pero también con esa mezcla de vulnerabilidad y ternura que no suele mostrar en público.

Luís Figo quiere proteger a sus hijas

La ocasión no era cualquier evento: los Laureus World Sports Awards celebraban su 25.º aniversario en Madrid. Luís Figo fue el encargado de entregar el premio a la Mejor Reaparición del Año, que recayó en la gimnasta brasileña Rebeca Andrade. Minutos antes de subir al escenario, ha atendido a los medios con una cercanía que no suele prodigar.

“Me pondré nervioso porque tengo que dar un premio, pero ahora estoy tranquilo”, confesaba  Luís Figo con una sonrisa. Sin embargo, su gesto cambió cuando se le preguntó por su familia. Fue entonces cuando, sin titubear, habló de sus hijas con un cariño que traspasaba las palabras.

La pareja lleva más de veinte años de relación y ha sido ejemplo de estabilidad durante mucho tiempo. Pero desde hace meses, los rumores de distanciamiento se han hecho más intensos. La discreción con la que han manejado esta etapa ha sido absoluta, especialmente pensando en el bienestar de Daniela, Martina y Stella.

Figo no ha dado detalles sobre su situación sentimental, pero sí ha querido enviar un mensaje claro. Lo ha hecho sin necesidad de desmentidos ni confirmaciones: simplemente poniendo a sus hijas en el centro. Y con ese gesto, ha reafirmado cuál es el verdadero pilar de su vida.

Helen Svedin decide guardar silencio

Helen Svedin, por su parte, también se mantiene alejada del ruido mediático. Aunque no ha hecho declaraciones, su entorno confirma que está centrada en su trabajo y en su papel como madre. Ambos, aunque por caminos separados, siguen comprometidos con el mismo objetivo: el bienestar de sus hijas.

Luís Figo ha demostrado que detrás de su imagen pública hay una faceta íntima profundamente emocional. Sus palabras no han sido casuales ni improvisadas, sino un reflejo de una decisión consciente de dar visibilidad a lo que realmente le importa. Lo que hasta ahora era un secreto a voces, se ha convertido en una afirmación pública.

Muchos han interpretado esta declaración como una forma elegante de reconocer la nueva etapa que atraviesa. Sin entrar en conflictos ni polémicas, ha puesto el foco en lo esencial. Para Luís Figo, la familia sigue siendo su mayor éxito.

Los asistentes a la gala comentaban con sorpresa la sinceridad del portugués, poco dado a mostrar emociones. Pero quienes le conocen saben que sus hijas son su mayor orgullo y el motor de su vida. Esta vez, ha querido que el mundo también lo sepa.

A pesar de la discreción, las hijas de Figo han tenido siempre un papel crucial en sus decisiones personales. Incluso su mudanza al centro de Madrid responde, según fuentes cercanas, a la intención de estar cerca de ellas y no romper su rutina familiar. Nada ha sido improvisado: todo responde a un compromiso firme y silencioso.

Este paso adelante en su vida privada muestra a un Figo más humano y transparente. Ha querido poner palabras a lo que siempre ha sido evidente para los suyos. Y al hacerlo, ha demostrado que, por encima del fútbol y la fama, está el amor de padre.