
Letizia decide romper el vínculo en el peor momento: rota y Felipe sufre por su madre
Un golpe sacude a la familia en un momento delicado y deja al rey Felipe sumido en la tristeza y la preocupación
En ciertas familias, hay vínculos que se proclaman abiertamente, tanto cuando son buenas conexiones, como cuando todo se rompe. Sin embargo, eso no ocurre, normalmente, en las familias reales, porque siempre se mantiene la apariencia de familia perfecta. Sin embargo, las relaciones familiares pueden ser muy complejas y difíciles de sobrellevar.
En Zarzuela, ciertas situaciones han llevado a emociones que afectan a algunos de sus integrantes profundamente. La reina Letizia ha sido la protagonista de algunos de ellos, generando reacciones tanto en la reina Sofía, como en el rey Felipe VI.

La reina Sofía se despide de su apoyo incondicional
En el corazón de Zarzuela, los últimos días se sienten más largos. Irene de Grecia, hermana de la reina Sofía, vive sus últimos momentos con serenidad, pero en un estado de salud delicado. Durante años, Irene fue una figura silenciosa pero esencial en la familia real española.
Irene de Grecia, apoyó sin titubeos a la reina Sofía en su papel institucional y fue una segunda madre para el rey Felipe. La vida de Irene fue de entrega, sin protagonismo ni reclamos, dedicada a sostener desde la sombra a quienes más quería.
En estos días difíciles, Felipe VI es quien más tiempo pasa a su lado. También lo hacen sus tías Elena y Cristina y sus sobrinos Froilán, Victoria Federica y Miguel Urdangarin, demostrando que, en los momentos clave, la familia debe estar unida.

La distancia de Letizia que sorprende y duele
Sin embargo, hay ausencias que no han pasado desapercibidas, ni la reina Letizia ni sus hijas, Leonor y Sofía, han acudido a visitar a Irene. La decisión no ha sido justificada públicamente. No obstante, ha generado sorpresa e incluso malestar en algunos sectores cercanos a Zarzuela.
La reina Sofía, por su parte, vive una etapa especialmente dolorosa. Antes ya perdió a su hermano, Constantino, y ahora ve cómo se apaga lentamente su confidente más leal. Para ella, Irene no es solo familia: es historia compartida, apoyo emocional y parte de su identidad.

La conocida como “tía Pecu” se marcha sin hacer ruido, fiel a su carácter. Discreta, entregada y siempre en segundo plano, fue un pilar silencioso que sostuvo mucho más de lo que se dijo. En esta situación, Felipe sufre por su madre, porque no solo ve partir a una tía querida, sino que asiste al dolor callado de Sofía.
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