Leonor decide romper el silencio sobre su hermana Sofía: 'Lo descubrió'

Leonor y Sofía son hermanas en las que, habitualmente, se pueden observar señales de gran complicidad. A veces, solo basta un gesto o una frase bien elegida para reforzar el vínculo que tienen. Cuando se crece entre protocolos y focos, los pequeños gestos cobran un valor especial.

Así lo ha demostrado la princesa Leonor con una confesión que ha captado la atención de todos. Fue en un acto público y su hermana Sofía fue sorprendida con una confesión inesperada.

Un sabor que marcó la diferencia

Durante un discurso en los Premios Princesa de Asturias, Leonor hizo una revelación que sorprendió por su cercanía. Habló sobre los recuerdos que guarda de la región: "me aficioné a los oricios ante la cara de extrañeza de mi hermana… Bueno, es que ella es más de pantrucu". Lo dijo entre sonrisas, refiriéndose a la conocida morcilla regional.

La infanta Sofía, a diferencia de su hermana, parece haber descubierto en ese plato un gusto muy especial. “Las dos hemos sido muy felices aquí”, añadió Leonor, destacando el fuerte vínculo emocional con la zona. Y con ello, también el peso simbólico de sus tradiciones.

Pantrucu: tradición en la mesa y en el corazón

Este embutido tradicional se elabora con sangre de cerdo, cebolla, harina de maíz y especias, cocido o asado según la zona. Su historia está ligada a las fiestas populares y la cocina rural asturiana. Ahora, gracias a Sofía, ha llegado también a la mesa de la Zarzuela.

A pesar de su carácter contundente, nutricionalmente tiene varios beneficios. Su aporte de proteínas y hierro es especialmente relevante para quienes buscan energía y fortaleza. Además, contiene zinc y fósforo, minerales esenciales para mantener huesos y sistema inmune fuertes.

Más que un plato, un lazo emocional

El pantrucu no es solo una receta, también une a Sofía con la tierra de su madre. Según expertos, este tipo de platos refuerzan el bienestar emocional y crean conexiones profundas con la identidad. Algo que, en una familia con roles institucionales tan marcados, no pasa desapercibido.

Aunque Leonor prefiere sabores distintos, ambas hermanas comparten algo más allá de gustos. La naturalidad con que la heredera compartió esta anécdota revela un cariño genuino y una complicidad entrañable. Sofía descubrió un plato con el que creó un recuerdo familiar imborrable, haciendo del pantrucu, un bocado de Asturias en cualquier mesa, incluso la real.