
Ha llegado el día: Estefanía y su hermana Carolina de Mónaco confirman los rumores
El tiempo ha permitido que se confirme lo que durante años permaneció en el silencio del Palacio del Principado
La familia Grimaldi, desde el príncipe Rainiero y su esposa Grace Kelly, ha estado en el centro de la atención pública. Desde sus primeros días, los príncipes de Mónaco han vivido bajo el foco de la atención. Han vivido atrapados entre el brillo del glamour, las tensiones familiares y las tristezas, con la muerte de su madre cuando eran muy jóvenes.
Los hermanos de la familia, los príncipes Alberto, Carolina y Estefanía, cada uno con un carácter y personalidad que les diferencia. La relación entre dos de ellos, ha destacado especialmente: Estefanía y Carolina. A pesar de los años y el impacto de los acontecimientos, su relación siempre estuvo marcada por la diferencia del vínculo personal.

Carolina y Estefanía: el conflicto silencioso
La psicóloga Lara Ferreiro ofrece una explicación sobre la relación entre Estefanía y Carolina. Señalando que nunca hubo un "conflicto abierto", sino más bien un "conflicto congelador". Según Ferreiro, esto significa que, aunque no hay una guerra directa, tampoco existe una relación cercana.
En su opinión, Estefanía siempre se sintió a la sombra de Carolina, quien representaba la perfección, la elegancia y el equilibrio. "Carolina era la hija perfecta, admirada por su inteligencia", mientras que Estefanía encarnaba una figura más rebelde y menos comprendida.
Esta dinámica de "rivalidad por diferenciación" ha sido un patrón constante en su relación. Para la psicología familiar, esto se refleja en lo que se llama el "Síndrome de la segundona", una sensación de desequilibrio emocional.

El vínculo de Carolina y Estefanía con Alberto
Por otro lado, la relación de Estefanía con su hermano Alberto es completamente distinta. Ferreiro describe a Alberto como un "hermano protector", aunque reconoce que nunca llegó a comprender completamente la forma de ser de Estefanía.
A diferencia de la rivalidad con Carolina, Estefanía no compartió una competencia con su hermano. Ambos tienen enfoques y roles muy diferentes dentro de la familia real. Mientras Alberto representa el orden y la institución, Estefanía, en cambio, se asocia más al caos y las emociones.
A pesar de estas diferencias, la relación entre Estefanía y Alberto ha sido más fluida. "Hay una base de afecto genuino", asegura la psicóloga, lo que les permite compartir momentos de apoyo, aunque sea de manera intermitente.

El cambio de rumbo de Estefanía
Con 60 años recién cumplidos, Estefanía ha decidido dar un paso al costado y buscar una vida más tranquila. "Siento que he dado suficiente y, sobre todo, he dicho todo lo que tenía que decir", afirmó recientemente en una entrevista. Esta nueva etapa está marcada por su deseo de "jubilarse" y dejar paso a sus hijos, quienes ocuparán su lugar en la Casa Real.
Estefanía confía en que sus hijos, Louis, Pauline y Camille, lo harán "mucho mejor". En su opinión, ya es tiempo de ceder el protagonismo y permitirles tomar las riendas del legado familiar. El tiempo, que ha sido testigo de tantas rivalidades y disputas familiares, también ha permitido que Estefanía encuentre su lugar en la familia.
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