
Guillermo de Gales dice basta y habla con Kate Middleton: no puede volver a pasar
Guillermo y Kate Middleton enfrentan una nueva preocupación en Windsor, un incidente reciente obliga a tomar medidas
La vida de los miembros de la realeza británica están marcados por la tradición y el cumplimiento de deberes oficiales, pero también por la mirada constante del público. El príncipe Guillermo y su esposa, Kate Middleton, han intentado mantener una vida relativamente tranquila en su hogar familiar.
Sin embargo, en los últimos días, algo ha alterado la calma que rodea su residencia. Un hecho inesperado que ha generado gran preocupación. Dejando claro que, por ser figuras públicas y con millones de seguidores, son más vulnerables de lo que se piensa.

Guillermo y Kate: el intruso que burló la seguridad
El 1 de junio, algo alteró la calma del hogar de Guillermo y Kate Middleton. Un hombre, que parecía estar bajo los efectos de las drogas, accedió a una zona restringida del castillo cerca de Adelaide Cottage, donde residen los príncipes de Gales. El intruso trepó un muro perimetral, pero fue rápidamente detenido por los agentes de la Policía Metropolitana.
El sujeto fue arrestado por "sospecha de invasión de un sitio protegido y posesión de drogas clase A". Las autoridades siguen investigando el incidente, aunque el hombre fue liberado bajo fianza. La Policía de Thames Valley, encargada del perímetro exterior, indicó que el hombre no ingresó al castillo ni a la residencia familiar.

La preocupación por la seguridad real
El incidente ha generado un debate sobre la efectividad de la seguridad en el Castillo de Windsor. Aunque el hombre no alcanzó a acercarse a la familia, el hecho de que estaban en su casa, ha elevado el nivel de alarma. Un testigo mencionó que el hombre irrumpió cerca de la Puerta de la Ciudad y su presencia inquietó a todos.
Este no es el primer problema de seguridad que enfrenta la familia real. En octubre de 2024, un robo ocurrió en la misma propiedad mientras los príncipes dormían y en abril, drones no autorizados fueron detectados sobrevolando Sandringham.
En un informe reciente, el Centro de Evaluación de Amenazas Fijadas reveló que casi 500 personas han sido identificadas como posibles acosadores de la Corona. De estas, 35 son consideradas de alto riesgo, lo que refuerza la necesidad urgente de mejorar la seguridad. Este incidente, calificado por los medios como un "grave fallo de seguridad", ha puesto en evidencia las vulnerabilidades del sistema de protección.
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