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La reina Isabel II, Lady Di y el príncipe Harry con atuendos formales y un emoji de enojo sobre un fondo oscuro.
CORAZÓN

El feísimo gesto de la reina Isabel a Lady Di, al descubierto: no gustará a Harry

Un detalle ignorado en un momento clave reabre heridas y devuelve a Harry al recuerdo más doloroso de su madre

Bien es sabido que las palabras que no se dicen pesan más que cualquier titular. En la historia de la familia real británica, hay momentos que todavía generan preguntas por lo que no se hizo o no se dijo. Los homenajes, en apariencia solemnes, pueden dejar grietas que el tiempo no logra cerrar del todo.

El impacto emocional de la pérdida de Lady Di trasciende los protocolos. Fue una figura tan querida por todos que el adiós fue tan público como privado. Lo que ocurrió aquel día en Westminster, con los ojos puestos en la familia Windsor, dejó un silencio que nunca fue del todo explicado.

Una persona mayor con sombrero y abrigo rojo en un evento al aire libre.

Una ovación que no gustó a Isabel II

El conde Charles Spencer dio un discurso conmovedor en el funeral de su hermana Diana, elogiando su espíritu libre y su legado como madre. “Prometo que haremos todo lo posible para que sus almas canten”, dijo sobre sus sobrinos Guillermo y Harry. Ese mensaje despertó la emoción dentro y fuera de la Abadía.

El público estalló en aplausos, rompiendo la norma del protocolo, mientras los dos jóvenes príncipes se unían visiblemente afectados. Pero la reina Isabel II y el príncipe Felipe no aplaudieron, dejando una imagen gélida y difícil de justificar.

Lady Di: dividió a la nación y la realeza

El documental de ITV Diana: The Day Britain Cried reveló que los aplausos se escucharon desde Hyde Park hasta el interior del templo. “Se supone que no se aplaude en los funerales, pero aquel día, fue imposible no hacerlo”, se afirmó.

Charles Spencer, por su parte, confesó que sintió “un susurro de satisfacción”. Cada vez que ensayó el encendido discurso que leería frente al ataúd de su hermana. Su mensaje fue directo y honesto, pero no todos en la realeza estuvieron dispuestos a respaldarlo.

Mientras los aplausos resonaban adentro y afuera, dos personas mantuvieron las manos intactas. La reina Isabel II y su esposo se mantuvieron en silencio y sin hacer gestos, en el momento se pensó que mantenían el protocolo. Sir Ross, uno de los hombres de confianza de la reina, recordó que el discurso pareció que estaba "burlándose un poco de la familia real".

Montaje en primer plano del príncipe Harry y Lady Di en blanco y negro

El recuerdo que Harry jamás podrá borrar

En Spare, Harry compartió cómo, años después, cruzó el lago de Althorp con Meghan para visitar la tumba de Diana. “Le dejé flores y le pedí consejo y claridad”, escribió con emoción contenida.

Ese silencio de Isabel II, justo al final de un discurso que emocionó a millones, aún resuena. Para Harry, aquel gesto es una herida abierta que el tiempo no ha podido curar del todo. En su libro, Spare, expresa sus emociones ese día y la visita que hizo a la tumba de su madre acompañado de su esposa.

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