
La Familia Real lo confirma: se hace oficial la triste noticia sobre Juan Carlos I
Francisco de Borbón y Escasany, primo de Juan Carlos I, fallece a los 81 años y deja un nuevo dolor en la Familia Real
La Familia Real vuelve a vestirse de luto tras conocerse el fallecimiento de Francisco de Borbón y Escasany, duque de Sevilla y primo hermano de Juan Carlos I. El aristócrata falleció ayer martes 20 de mayo en su domicilio de Madrid a los 81 años. Una triste noticia que fue confirmada por su yerno, Julián Porras Figueroa, a través de un emotivo mensaje en redes sociales.
La desaparición de Francisco dentro del árbol genealógico de la Familia Real ha supuesto un nuevo varapalo para el entorno de Juan Carlos I. Apenas han pasado diez días desde que la familia Borbón y Escasany despidiera a Alfonso, hermano menor del duque. ¿Qué impacto tiene esta doble pérdida en el ánimo del emérito y qué simboliza en el actual devenir de Casa Real?

La Familia Real confirma el fallecimiento de Francisco de Borbón y Escasany
La pérdida de Francisco de Borbón y Escasany marca el fin de una era para una de las ramas aristocráticas más influyentes de la nobleza. El fallecimiento se produjo en su residencia madrileña, arropado por su familia, tal como confirmó su yerno.
"Con inmensa pena os comunico que esta noche ha fallecido en Madrid mi suegro Francisco de Borbón y Escasany. Gracias a Dios pudimos estar con él hasta el último momento", escribió Julián, en su cuenta personal de Instagram.
El mensaje continuaba detallando los preparativos para el funeral. "Mañana a partir de las 12:00 estaremos en el Tanatorio de San Isidro y a las 18:30 se celebrará allí mismo una misa por su alma. El entierro será el jueves a las 12:00 en el cementerio de la Sacramental de San Justo", añadió
Este anuncio ha conmovido a la sociedad, especialmente por producirse apenas diez días después del fallecimiento de Alfonso de Borbón y Escasany, su hermano menor. Precisamente, la última aparición pública de Francisco tuvo lugar durante el velatorio de su hermano en el tanatorio de La Paz, donde fue fotografiado con rostro visiblemente afectado.
La ausencia de Juan Carlos I en el último adiós
La capilla ardiente instalada en el tanatorio de San Isidro se convertirá hoy en punto de encuentro para la aristocracia, que acudirá a mostrar sus respetos al fallecido Francisco de Borbón y Escasany. Sin embargo, una ausencia notable marcará la despedida. Juan Carlos I, primo del finado, no podrá asistir al funeral al haber regresado recientemente a Abu Dabi tras su última visita a España.

Este detalle no ha pasado desapercibido para muchos. Y es que el emérito se ve nuevamente imposibilitado de participar en eventos familiares significativos debido a su complicada situación personal y a su residencia en los Emiratos Árabes Unidos.
Francisco de Borbón y Escasany: una vida de linaje, negocios y encuentros con la historia
Francisco de Borbón y Escasany no era solo reconocido por sus lazos con la Familia Real y su título de Grande de España. También destacó como un brillante empresario con una sólida formación académica y profesional.
Era Licenciado en Económicas por la Universidad de Madrid y en Historia por la prestigiosa Sorbona de París. El duque de Sevilla desarrolló una impresionante trayectoria en el mundo de las finanzas internacionales que lo llevó a residir en múltiples países.
Durante más de tres décadas, Francisco de Borbón y Escasany ocupó la dirección del banco de negocios londinense Hill Samuel and Co. Limited, consolidando su reputación en el sector financiero mundial. También llegó a presidir el Miami National Bank como director general y a asumir la presidencia del Cannon Group Iberoamérica.

La visión empresarial de Francisco de Borbón y Escasany no se limitó al sector bancario. Junto a su hermano Alfonso, fundó diversas compañías que representaron una importante diversificación de sus intereses comerciales.
Entre sus proyectos más destacados se encuentra la Sociedad Internacional de Equipos Clínicos. Con participación en la American Liberty de Equipos Clínicos en Estados Unidos, así como Vapor S.A.
En sus memorias, publicadas bajo el sugerente título Cuasi memorias en 2021, Francisco de Borbón revelaba aspectos fascinantes de su vida cosmopolita. Su privilegiada posición le permitió no solo establecerse durante largas temporadas en Francia, Inglaterra, Alemania y Estados Unidos, sino también conocer a personajes históricos como Saddam Hussein y Muamar el Gadafi.
Un hombre de amores intensos y un dolor que nunca pudo superar
La prensa siempre mostró especial interés por la agitada vida sentimental de Francisco de Borbón y Escasany, quien protagonizó tres matrimonios a lo largo de su vida. Su primera unión, celebrada en 1973, lo vinculó a la aristocracia centroeuropea al casarse con la condesa Beatrice Wilhelmine Paula von Hardenberg-Fürstenberg. Esta relación se prolongó durante dieciséis años hasta su divorcio en 1989 y de la que nacieron sus tres hijos: Francisco, Olivia y Cristina.
Apenas dos años después de finalizar su primer matrimonio, el primo del rey emérito volvió a contraer nupcias, esta vez con Isabelle Eugénie Karanitsch. Sin embargo, este segundo intento matrimonial resultó efímero, pues la pareja solicitó el divorcio de mutuo acuerdo en 1993, sin haber tenido descendencia conjunta.

El corazón del duque volvió a ilusionarse en el año 2000, celebrando su tercera boda con María de los Ángeles de Vargas-Zúñiga y Juanes. Esta era la nieta del conde de la Oliva de Plasencia, por lo que se vinculó nuevamente a una importante familia de la aristocracia. Desafortunadamente, esta relación tampoco prosperó.
Aunque sí existe un acontecimiento que marcó profundamente su vida, fue sin duda la trágica e inesperada muerte de su hija Cristina Elena de Borbón. El 13 de febrero de 2020, a los 44 años, la hija del duque perdió la vida en un fatal accidente de tráfico en Madrid.
No cabe duda de que la confirmación oficial del fallecimiento de Francisco de Borbón y Escasany representa una nueva pérdida para la Familia Real y especialmente para Juan Carlos I. Su legado como empresario, aristócrata y padre deja una huella imborrable en la memoria reciente de la nobleza española. Ahora, su figura se despide en silencio, pero con el peso simbólico de quien fue testigo de una época que también se apaga con él.
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