
El entorno de Carlos III confirma los rumores: no son buenas noticias de última hora
Salta la preocupación por el estado de salud de Carlos III justo en el momento en que recibe la visita del presidente de Francia
El Reino Unido sigue siendo un punto de referencia en el escenario internacional, con la familia real ocupando un papel central en las relaciones diplomáticas. El rey Carlos III ha mostrado ser una figura capaz de enfrentar cualquier reto, siempre comprometido con sus responsabilidades reales. En esta ocasión, Emmanuel Macron y su esposa Brigitte han sido los que han hecho una visita de Estado a Reino Unido.
La visita del presidente de Francia y su esposa marca un momento clave en las relaciones franco-británicas. Los compromisos, según el protocolo, se desarrollaron con aparente normalidad. Sin embargo, algo en el rostro de Carlos III ha llamado la atención y ha encendido todas las alarmas.

Carlos III se enfrenta a un nuevo problema de salud
Carlos III recibió a Emmanuel Macron y su esposa, Brigitte, pero algo en la imagen del rey, llamó la atención. Su ojo derecho estaba visiblemente enrojecido, levantando preocupación por su estado de salud. El Palacio de Buckingham se apresuró a tranquilizar a la opinión pública, ofreciendo detalles sobre el suceso.
Según las declaraciones oficiales, el rey sufrió la rotura de un pequeño vaso sanguíneo en su ojo, lo que ocasionó una hemorragia subconjuntival. El comunicado aclaró que la hemorragia subconjuntival, aunque es molesta, no afecta a la visión ni tampoco requiere tratamiento, así que el rey podía continuar con sus actividades. Este tipo de afección, aunque notoria a la vista, no conlleva riesgos graves y suele desaparecer por sí sola en un par de semanas.

El rey, con su habitual fortaleza, no permitió que este incidente afectara el protocolo. A pesar de la alarma inicial que causó el aspecto del ojo del rey, continúo con sus actividades según lo planificado. Además, se aclaró que la condición no está relacionada con el tratamiento que Carlos III sigue desde su diagnóstico de cáncer a principios de 2024.
Un monarca comprometido con su papel
A pesar del pequeño contratiempo de salud, Carlos III continuó su rol como anfitrión en la visita oficial. Junto a la reina Camila, recibió a los Macron con toda la solemnidad y protocolo que se espera en un evento de tal magnitud.
Incluso cuando la imagen de su ojo enrojecido se convirtió en un tema de conversación, el rey continuó participando sin contratiempos. Ya que el monarca estaba en plena solemne procesión hacia el Castillo de Windsor.

Fuentes cercanas al Palacio de Buckingham subrayan la fortaleza con la que el monarca enfrenta su situación de salud. Un asistente real, en declaraciones previas, destacó: “Lo que uno aprende sobre esta enfermedad es que simplemente la controla, y es lo que él hace”. De este modo, el rey Carlos III sigue demostrando su inquebrantable dedicación, sin que su salud le impida cumplir con sus responsabilidades.
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