
Confirmado: La importante decisión del Vaticano con el velatorio del Papa Francisco
La Santa Sede anuncia una decisión significativa que afecta a la organización del velatorio del Papa Francisco
La ciudad del Vaticano vive días cargados de recogimiento y emoción tras la reciente pérdida del Papa Francisco. Miles de fieles han acudido ya a los alrededores de la basílica, esperando su turno para rendirle un último homenaje. Todo indica que estos días quedarán grabados en la memoria de la Iglesia y del mundo.
El ambiente en Roma es solemne, con una calma que contrasta con la multitud que se congrega en San Pedro. Cada rincón de la plaza refleja la admiración y el cariño hacia una figura que marcó una era. Sin duda, los próximos días serán claves para millones de católicos.

Apertura especial de la Basílica por la multitud de fieles
Tras la procesión del miércoles, que llevó el cuerpo del Papa Francisco desde Santa Marta hasta San Pedro, el Vaticano tomó medidas excepcionales. Dado el número de fieles que desean despedirse del pontífice, se contempla ampliar el horario de apertura de la basílica más allá de la medianoche. De momento, está previsto que la basílica cierre sus puertas a las 00:00, pero no se descarta que se mantenga abierta durante más tiempo para dar cabida a todos los asistentes.
La presencia de personas venidas de todas partes del mundo ha superado las previsiones iniciales. Muchos han esperado durante horas para poder acercarse al féretro, que se encuentra expuesto ante el Altar de la Confesión. Este punto, de gran simbolismo dentro del templo, se ha convertido en un lugar de recogimiento y oración continua.

El féretro del Papa Francisco, abierto, ha permitido que los fieles puedan verlo por última vez. Durante tres días, Francisco será velado en este espacio sagrado antes de su entierro. El funeral está previsto para el sábado, y se espera una ceremonia igualmente multitudinaria y solemne.
Una despedida cargada de simbolismo
El miércoles 23 de abril, Roma quedó paralizada para presenciar una procesión histórica. A las 9:00 horas, el féretro partió desde la capilla de Santa Marta, acompañado por los sediarios pontificios. La Guardia Suiza, con su característico uniforme, escoltó el trayecto mientras el silencio se apoderaba de las calles del Vaticano.
Fue la última vez que el Papa Francisco recorrió la Plaza de San Pedro, donde tantas veces saludó a su pueblo. Justamente en esa plaza ofreció su último gesto público el domingo anterior, recorriéndola en el Papamóvil. Su despedida, en el mismo lugar, ha tenido un peso emocional enorme para los asistentes.

En su testamento, el Papa pidió una despedida sin ostentaciones ni lujos. Su entierro será financiado por un benefactor anónimo, un gesto que ha conmovido aún más a los fieles. Con esta decisión, Francisco reafirma su vida de humildad y servicio hasta el último momento.
Mientras tanto, los cardenales se preparan para el funeral y los pasos siguientes. La figura del Papa deja un legado de cercanía, sencillez y entrega que ha calado hondo. Estos días, Roma se convierte en el centro espiritual del mundo, bajo el silencio respetuoso de miles de almas.
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