
Comunicado urgente en Dinamarca: Federico y Mary ya lo han hecho, oficial
Los reyes de Dinamarca abandonarán Copenhague y ya han hecho las maletas
Desde hace días se intuía que se aproximaba un anuncio importante desde el Palacio de Amalienborg. Ahora es oficial. La Casa Real danesa ha confirmado lo que muchos esperaban: los reyes Federico y Mary ya tienen fecha, destino y compañía para su escapada estival.
El comunicado, emitido este viernes, establece que el próximo 28 de julio los soberanos abandonarán la capital para instalarse en el Castillo de Grasten, al sur de Jutlandia. Un lugar con fuerte carga simbólica, que cada verano se convierte en el epicentro de la vida privada de la familia real danesa.

Este tradicional retiro no será solo para el rey y la reina. Se sumarán dos figuras muy queridas por los daneses: la reina Margarita, madre del actual monarca, y la princesa Benedicta, su tía. Ambas estarán presentes durante las semanas de descanso, compartiendo con los reyes el entorno natural y tranquilo del castillo.
Mary y Federico, un año diferente
El viaje de este año se diferencia notablemente del anterior. En 2024, el traslado ocurrió el 9 de julio, mucho antes que esta vez. Aquel verano fue especial por tratarse del primero desde que Federico y Mary asumieron el trono.
Grasten se volcó en recibirlos, con una alfombra roja, flores y cientos de ciudadanos ondeando banderas y aplaudiendo a la pareja real.
Para este 2025, también se espera una cálida acogida. El alcalde Erik Lauritzen encabezará una recepción oficial en la plaza central de Grasten. El evento abrirá la temporada en la que el castillo vuelve a convertirse en el hogar veraniego de los Glücksburg. Es la familia que lo habita desde 1935 gracias a un obsequio de bodas a Federico IX e Ingrid.

Los reyes no estarán solos. Junto a ellos estarán sus cuatro hijos: el príncipe heredero Christian, de 19 años, Isabella, de 18, y los gemelos Vincent y Josephine, de 14. Esta será una de las pocas ocasiones del año en que toda la familia podrá reunirse en un entorno más relajado.
El castillo no es solo un refugio privado. Sus jardines de estilo inglés, aunque cerrados al público durante la estancia real, son conocidos por permitir deportes como hípica, golf o tenis. La iglesia anexa sí se mantiene abierta para los fieles, y el desfile diario de la Guardia Real hasta el castillo es uno de los atractivos turísticos.
Durante las semanas que permanezcan en Grasten, también tendrá lugar un festival ecuestre inspirado en la Edad Media. Participarán 300 jinetes y más de un centenar de niños, que se sumarán en bicicleta al colorido espectáculo.
La temporada estival de la monarquía danesa ya tiene forma. Con el anuncio oficial del traslado al sur del país, la familia real se prepara para unas semanas diferentes. La tradición, el descanso y la cercanía con el pueblo marcarán la pauta.
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