El chotis de Almeida con Teresa Urquijo que revienta las redes

Tal y como ha explicado EDATV, ayer fue la tan esperada boda entre el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, con Teresa Urquijo.

Martínez-Almeida hizo su entrada al templo a las 11:30 de la mañana, luciendo un impecable peinado y una sonrisa radiante, mientras era aclamado por los gritos de "¡Viva el alcalde!", "¡Viva el novio!" y "¡Torero!". Se mostró amable con los medios y con todos aquellos que acudieron para recibirlo, y dejó una emotiva declaración: "¡Sin duda, este es el día más feliz de mi vida!".

Era de esperar que, en un día tan alegre, la calle estuviera repleta de ciudadanos y periodistas para seguir el enlace.

Un gran número de invitados de gran relevancia llegaron y dieron la enhorabuena a los protagonistas. Isabel Díaz Ayuso, Alberto Ruiz Gallardón, Cuca Gamarra, Fernando López Miras, Alberto Núñez-Feijóo, José María Aznar e incluso el propio Juan Carlos I, quien fue recibido con una gran cantidad de aplausos y coros, tal y como informó EDATV.

Después de la ceremonia, todos acudieron a la comida y, después, al tradicional baile. 

Las redes han estallado ante las imágenes del chotis de Almeida con su ya mujer. Esto es debido a que los usuarios han podido presenciar una faceta que se desconocía del alcalde: sus dotes de baile.

En cuanto a la música, el alcalde y su mujer han elegido las notas de "Madrid, Madrid, Madrid" para homenajear a la ciudad que representa Almeida en lugar del clásico vals.

Siguiendo la tradición, que ellos, fieles amantes de lo clásico, respetan, comenzaron bailando con los padrinos de la boda. El alcalde de Madrid junto a una de sus hermanas, y la novia con su padre, Lucas Urquijo. Después de arrancar los aplausos de los más de 500 invitados a su enlace, llegó el momento más esperado: cuando los novios se reencontraron en la pista tras bailar con sus respectivos padrinos.

Y como era de esperar, el alcalde de Madrid no decepcionó con su presentación. Recibió a su esposa de manera sumamente galante. El alcalde madrileño esperaba a su mujer con una rodilla en el suelo, un gesto que nuevamente cosechó aplausos de sus invitados.