Carlos III habla con Guillermo y Harry y la decisión está tomada: confirmado

Durante generaciones, los lazos familiares en la monarquía, han estado marcados por las responsabilidades del deber real y los desafíos emocionales que conllevan. Los príncipes Guillermo y Harry han vivido momentos de tensión y dificultades. Todo se hizo latente tras la muerte de su madre y, desde ese momento, sus vidas han estado marcadas por las decisiones de su padre.

Como es bien sabido, la familia real no está exenta de disputas internas, especialmente cuando las decisiones afectan tanto al bienestar personal como al legado de la institución. En este caso, la relación de los príncipes con su padre, Carlos III, se ha visto afectada por un evento fundamental que ha dejado huella en su relación.

Las súplicas de los príncipes a Carlos III

En su libro Spare, Harry reveló uno de los momentos de mayor sufrimiento para él y su hermano, Guillermo. Los príncipes, niños, aún afectados por la muerte de su madre, Diana, le rogaron a su padre que no se casara con Camila Parker Bowles. Ambos temían que la historia de su madre se repitiera e intentaron disuadir a su padre, sin éxito.

Harry recordó que ellos le rogaron a su padre que reconsiderara la boda con Camila. A pesar de sus súplicas, el entonces príncipe de Gales ignoró sus deseos y, en 2005, se casó con Camila, dejando una profunda marca en los corazones de sus hijos. Para Guillermo y Harry, este evento fue una herida emocional que marcó un antes y un después en su relación con su padre.

El dolor del legado de Diana y la relación con Camila

La figura de su madre, Diana de Gales, siempre ha sido un pilar emocional para los dos príncipes. Diana, quien falleció trágicamente en 1997, es vista por sus hijos como un símbolo de empatía, cercanía y humanidad. La relación de Carlos con Camila, que había sido la causa de la ruptura del matrimonio con Diana, exacerbó la angustia de Guillermo y Harry.

Aunque Camila ha logrado, con el tiempo, ganarse cierta aceptación pública y fue coronada como reina consorte en 2023, para los príncipes, su figura es difícil de aceptar. Harry, en sus memorias, admitió haber intentado establecer una relación cordial con ella, sin lograr verla como una figura materna. Esta falta de aceptación ha generado una brecha emocional entre los hermanos y su padre, para ellos, Camila representa la traición a su madre.

Carlos III, el deber y el dolor de sus hijos

La decisión de Carlos de casarse con Camila fue una confrontación entre el deber real y las emociones personales. Para él, representaba la culminación de un amor, mientras que para sus hijos, fue una herida profunda. Esta diferencia de perspectivas sigue siendo un tema de conflicto.

Guillermo adoptó un enfoque más diplomático, pero Harry eligió enfrentarse públicamente a la familia real. El rechazo de Carlos a escuchar sus súplicas fue una de las razones de su alejamiento, mudándose a Estados Unidos con Meghan Markle. La situación sigue siendo una fractura emocional dentro de la familia.