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Carlos III con traje sonríe ligeramente mientras dos signos de exclamación rojos aparecen a su lado.
CORAZÓN

Buckingham Palace confirma una última hora importante sobre Carlos III: confirmado

La seguridad del rey se ve comprometida por un suceso inédito en una de las residencias más frecuentadas por la familia real

Un zumbido inofensivo, casi imperceptible, ha conseguido sembrar la inquietud en uno de los entornos más custodiados del Reino Unido. Lo que parecía una mera anécdota tecnológica se ha convertido en un asunto de seguridad nacional.

El equipo encargado de proteger al rey Carlos III ha activado todas las alertas tras un incidente reciente que ha generado una gran preocupación en el seno de Buckingham Palace.

Carlos III con traje azul a rayas sale de un automóvil elegante.

Confirman una última hora importante sobre Carlos III

La alarma se ha producido en los alrededores de Sandringham. Se trata de la histórica finca ubicada en Norfolk donde el monarca y otros miembros de la familia real suelen refugiarse en busca de tranquilidad.

En esta ocasión, sin embargo, esa calma se ha visto alterada por la presencia de drones que han sobrevolado la zona. La situación se ha vuelto especialmente sensible al confirmarse que estos aparatos eran controlados desde un vehículo estacionado cerca del perímetro.

Aunque la Casa Real no ha emitido declaraciones oficiales, fuentes cercanas han confirmado que se han tomado medidas urgentes. El episodio se produjo a comienzos de marzo, pocos días después de que Carlos III mantuviera una reunión con el presidente de Ucrania.

Carlos III y la reina Camila sonríen mientras posan juntas en un evento formal.

Preocupación por la seguridad de Carlos III

Ante este escenario, el Gobierno británico ha reaccionado con rapidez. El Departamento de Transporte ha aprobado una normativa que restringe el espacio aéreo en la zona de Sandringham. En concreto, se ha prohibido el vuelo de aeronaves por debajo de los 600 metros.

La orden ha sido respaldada por la Autoridad de Aviación Civil, que vela por el control del espacio aéreo británico. Además, también por los cuerpos de seguridad encargados específicamente de garantizar la protección del rey Carlos III y de su entorno más cercano.

Cabe destacar que esta limitación no afecta a los vuelos oficiales de la familia real, de las autoridades competentes ni de los servicios de emergencia. Aun así, no se ha precisado si esta restricción será permanente o se mantendrá únicamente durante un tiempo determinado.

Este nuevo episodio recuerda que, a pesar de las apariencias, la familia real británica sigue siendo objetivo de amenazas y situaciones delicadas. Ya en el pasado se vivieron incidentes graves, como el intruso en el dormitorio de Isabel II.

Aunque el incidente no ha derivado en consecuencias directas, sí ha dejado al descubierto una inquietante realidad. La seguridad absoluta no existe y cualquier brecha, por pequeña que parezca, puede poner en jaque a todo un sistema de vigilancia.

➡️ Corazón

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