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Carolina de Mónaco y Carlota Casiraghi sonrientes posando juntas en un evento formal.
CORAZÓN

Antonia Georgiu, experta: 'Carolina de Mónaco y su hija Carlota no...'

Antonia Georgiou analiza las complejas dinámicas familiares dentro de la realeza, poniendo énfasis en ciertas actitudes

En el mundo de la realeza, algunas relaciones permanecen en el misterio, rodeadas de confidencias y pocos detalles públicos. Sin embargo, en ocasiones, surgen declaraciones que revelan lo que se esconde detrás de esas puertas cerradas. Es el caso de Carolina de Mónaco y su hija Carlota Casiraghi, dos figuras que, aunque siempre presentes en la esfera pública, mantienen un vínculo privado que ha levantado muchas preguntas.

Recientemente, se ha hablado más de la relación madre-hija, marcada por complejidades y diferencias. Según la experta en realeza, Antonia Georgiou, el vínculo entre ellas ha sido "complejo y ambivalente", pero ha evolucionado con el tiempo. La distancia y los desacuerdos que se han dado entre ellas han sido superados gracias al respeto mutuo y el aprendizaje constante.

Primer plano de Carlota Casiraghi con los labios pintados de rosa sonríe frente a un fondo marrón.

El impacto de la crianza en la relación

La infancia de Carolina estuvo marcada por la ausencia de su madre, la reina Grace Kelly, lo que influyó profundamente en su maternidad. En el libro Alberto II de Mónaco, el hombre y el príncipe, Carolina expresó: “Para mi hermano y para mí, Maureen era la figura clave en nuestra vida”. Esta experiencia la llevó a criar a sus hijos, especialmente a Carlota, con una presencia constante y afectuosa, diferente a lo vivido por ella.

Después de la muerte de Stefano Casiraghi, su vida cambió drásticamente y se centró en criar a sus hijos en un entorno privado. Se trasladaron al sur de Francia para evitar la presión mediática, lo que permitió que Carlota se desarrollara como una persona seria y disciplinada. “Carlota se convirtió en una muy buena estudiante y se interesó por la equitación (...) fue una adolescente seria, no era fiestera”, explicó Vanity Fair.

Carlota Casiraghi con cabello castaño y un suéter oscuro en un entorno con luces brillantes y una persona disfrazada al fondo.

Carlota sigue el legado de Carolina de Mónaco

A pesar de las diferencias que pudieron haber tenido, tanto madre como hija han aprendido a valorar el esfuerzo de la otra. “No siempre han estado de acuerdo. Las dos mujeres han tenido que superar sus diferencias para lograr una conexión amistosa”, dijo Georgiou. La influencia de Carolina ha sido fundamental en la vida de Carlota, quien ha hablado de los valores que le inculcó su madre.

Carlota es muy reservada con su vida privada, sin embargo, compartió un pensamiento en Town & Country. "Una de las cosas más importantes es que no importa cuán exitoso seas… siempre tienes que mantener esas exigencias". La importancia del trabajo y la disciplina ha sido algo que Carolina le transmitió a su hija y que ha marcado la vida de Carlota.

Dos mujeres posando -que son Carlota Casiraghi y Carolina de Mónaco- en un evento formal, ambas con joyería elegante y sonrisas sutiles.

Aunque la relación de las dos mujeres ha tenido momentos difíciles, el respeto mutuo siempre ha prevalecido. "Intento no hablar de mi relación muy privada con mi madre… pero siempre es compleja y ambivalente", comentó Carlota. A pesar de sus diferencias, Carolina sigue siendo una presencia activa en la vida de Carlota y de sus nietos, compartiendo con ellos momentos clave de su vida. 

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