
Alberto de Mónaco no tapa un escándalo más en la familia: es la cuñada de Charlene
Una nueva controversia familiar sale a la luz, quedan en evidencia tensiones y distancias dentro de la realeza de Mónaco
En la esfera de la realeza, las apariencias no siempre reflejan la realidad familiar. Detrás del brillo de los compromisos oficiales, se esconden historias de tensiones y distanciamientos. En Mónaco, estas dinámicas han cobrado especial relevancia en los últimos tiempos y se han hecho más común de lo que, a muchos, les gustaría.
La vida privada de Carolina de Mónaco ha estado marcada por decisiones difíciles y caminos que han debido separarse. La relación entre hermanos, esposos e hijos puede pasar por momentos complicados, que afectan el equilibrio. Algunas decisiones, que pueden ser cuestionadas, pueden ser trascendentales en algunos momentos y, también, cuestionadas.

Un estado de salud preocupante y un distanciamiento evidente
Ernesto de Hannover, exmarido de Carolina de Mónaco, fue hospitalizado nuevamente en Madrid. Fue visto demacrado y en silla de ruedas, acompañado por su pareja, asistente y chófer, el ingreso se debería a problemas cardiacos. Este nuevo ingreso ha reavivado las tensiones familiares y la atención sobre su delicado estado.
Frente a la situación, se pensó que Carolina de Mónaco haría algunos cambios, es el padre de su hija. Sin embargo, Carolina de Mónaco y su hija Alexandra continuaron con su agenda, mostrándose cada vez más alejadas de Ernesto. Su reciente viaje oficial a Cuba, junto al novio de Alexandra, evidencia un distanciamiento que se siente palpable en la familia.

Un matrimonio con secretos y conflictos
La historia de amor entre Carolina y Ernesto empezó de manera secreta tras la muerte del anterior esposo de la princesa. El carácter difícil de Ernesto, sus problemas con el alcohol y episodios violentos marcaron la convivencia, complicando la relación familiar.
Carolina decidió no divorciarse para conservar su título y evitar que el legado familiar pasara a otros descendientes. Esta decisión ha mantenido una distancia oficial que refleja las complejidades y sacrificios detrás de la imagen pública.
La ausencia de acercamientos entre Carolina, Alexandra y Ernesto vuelve a poner sobre la mesa un conflicto que parecía dormido. La ruptura y la falta de reconciliación evidencian un momento crítico para la estabilidad familiar. Ernesto y la cuñada de Charlene continúan siendo un matrimonio legalmente, lo que aumenta las dificultades.
Más noticias: