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Una persona sonriente señala un billete de euro que está siendo sacado de una billetera.
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Si tienes esta antigua moneda española te puedes olvidar de trabajar: vale un pastizal

Este ejemplar de las antiguas pesetas del siglo XIX destaca por su historia y su gran valor en el mercado

El mundo del coleccionismo es uno de los más apasionantes. En muchas ocasiones, son varias las monedas que se han posicionado como las más demandadas gracias a su elevado valor.

Entre ellas, destaca una moneda de las antiguas pesetas de lo más especial. Acuñada en el siglo XIX, forma parte de nuestra historia, lo que la ha convertido en una de las más buscadas. Y son muchos los coleccionistas que se pelean por ella.

Esta es la antigua moneda que te jubila al instante

La moneda de 100 pesetas de 1870 es una de las piezas más codiciadas en el mundo del coleccionismo numismático. Su rareza, valor histórico y diseño la han convertido en un tesoro para los entusiastas de las monedas antiguas.

Moneda española de 1870 con fondo de monedas desenfocadas.

Acuñada en 1870 durante el Gobierno Provisional que siguió a la Revolución Gloriosa de 1868, esta moneda representa un período de transición en España tras la caída de Isabel II. Este contexto político le añade un valor histórico significativo, reflejando una época de cambios y reformas en el país.

En el anverso, presenta una efigie que simboliza la soberanía nacional, mientras que en el reverso se muestra el escudo monárquico oficial de la época. Este diseño no solo refleja la riqueza artística del período, sino también la situación política y social de España en ese momento.

El valor de esta antigua moneda tan codiciada

La moneda de 100 pesetas de 1870 destaca por sus especificaciones técnicas y estéticas. Está elaborada en oro de alta pureza y cuenta con un diámetro de 36 milímetros y un peso de 32,25 gramos. Gracias a todos estos detalles, su valor se ha disparado como la espuma.

Una mujer con expresión de sorpresa sostiene sus gafas frente a un fondo de monedas antiguas.

En 2016, durante una subasta organizada por Soler & Llach, una de estas monedas alcanzó un precio de venta de 150.000 euros, partiendo de un precio inicial de 130.000 euros. Este hecho demuestra el alto interés y la disposición de los coleccionistas a invertir sumas considerables por obtener esta joya numismática.

Uno de los factores que incrementa el valor de esta moneda es su extrema rareza. Se estima que solo se acuñaron doce ejemplares, lo que la convierte en una pieza extremadamente escasa y buscada por coleccionistas de todo el mundo. Esta limitada producción, sumada a su relevancia histórica, ha elevado su cotización en el mercado numismático.

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