SOS Rural alerta: la expansión sin control de paneles solares amenaza al medio rural
SOS Rural exige una regulación para evitar la conversión de tierras fértiles en terrenos industriales recalentados
SOS Rural ha levantado una seria advertencia acerca de los riesgos que conlleva la falta de regulación en la instalación de paneles solares en zonas agrícolas. El movimiento ciudadano, que defiende el medio rural, señala las graves consecuencias del descontrol en la expansión de plantas fotovoltaicas, como la alteración del entorno natural debido al uso de pesticidas agresivos que evitan el crecimiento de vegetación en las placas, así como el recalentamiento del suelo que incrementa el riesgo de incendios y transforma el paisaje en una extensión árida.
SOS Rural subraya que al reemplazar la actividad agrícola con instalaciones industriales, el suelo se vuelve inerte y estéril, incapaz de sustentar cultivos alimentarios. La conversión de suelos agrícolas en zonas industriales cambia el paisaje verde por un mar de acero y vidrio, afectando tanto al medio ambiente como a la actividad agrícola.
Aunque SOS Rural apoya las energías alternativas, critica la ausencia de un marco regulador nacional que controle la proliferación desmedida de mega plantas fotovoltaicas, las cuales están contribuyendo a la esterilización de los campos. El movimiento denuncia que la transformación de tierras de cultivo en instalaciones solares implica un impacto ambiental severo debido al uso de pesticidas, lo que lleva a la desertificación del campo, la desaparición de especies locales y un aumento en el riesgo de incendios por el recalentamiento del suelo.
Además, SOS Rural ha solicitado a Teresa Ribera, vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, que actúe antes de su traslado a Bruselas para implementar un marco regulador integral sobre la instalación de paneles solares en tierras agrícolas. El objetivo es proteger tanto la producción alimentaria como a los agricultores.
El movimiento también destaca el creciente problema de los incendios en instalaciones fotovoltaicas, con un aumento significativo en el número de siniestros durante el verano. En los años 2022 y 2023, España registró más de 1.000 incendios en estas instalaciones, la mayoría de los cuales ocurrieron en el primer año de funcionamiento. Las regiones como Extremadura han sufrido particularmente, como lo demuestra el reciente incendio en la planta de Talaván, Cáceres, que devastó aproximadamente 870 hectáreas de pasto. Los funcionarios de bomberos advierten que estos incendios presentan desafíos adicionales debido a las dificultades de acceso para los vehículos de gran tamaño en las plantas solares.
SOS Rural exige una regulación adecuada para evitar la conversión de tierras fértiles en terrenos industriales recalentados, lo que aumenta las posibilidades de incendios en un país ya severamente afectado por el fuego.
En Italia, se ha tomado una medida similar al prohibir la instalación de paneles solares en tierras agrícolas, priorizando la protección de los cultivos y el equilibrio ecológico. SOS Rural pide que España siga un camino similar, preservando las áreas cultivables y las zonas de interés ambiental. En este contexto, el partido Sumar, parte de la actual coalición de gobierno, presentó una Proposición No de Ley (PNL) en la primavera pasada para regular la instalación de paneles solares en terrenos cultivables y áreas de especial protección ecológica, en línea con la preocupación compartida para equilibrar la producción de energía con la preservación de la actividad agrícola.
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