
Ruta del vino cordobés: la nueva joya enoturística de Argentina
Entre sierras, bodegas boutique y sabores regionales, Córdoba se posiciona como la nueva alternativa enoturística
Córdoba suma un nuevo atractivo a su ya amplia oferta turística: la Ruta del Vino Cordobés, un recorrido que busca consolidarse como la próxima gran experiencia enoturística del país. Con paisajes serranos como telón de fondo y el encanto de bodegas boutique, esta propuesta se perfila como una alternativa fresca y distinta para quienes ya han visitado los tradicionales circuitos de Mendoza o Salta.
La iniciativa pone en valor los valles cordobeses, donde la producción vitivinícola viene creciendo en calidad y reconocimiento. Allí, pequeñas bodegas familiares abren sus puertas a los visitantes con experiencias personalizadas, desde degustaciones exclusivas hasta maridajes con gastronomía regional, todo acompañado de recorridos por viñedos enclavados en escenarios naturales únicos.
Entre las zonas destacadas se encuentran el Valle de Calamuchita, Traslasierra y Colonia Caroya, cada uno con identidad propia y una historia ligada a la vitivinicultura. Además de los vinos —con tintos intensos y blancos frescos entre sus etiquetas más celebradas—, los viajeros pueden disfrutar de la hospitalidad serrana, propuestas culturales y el complemento ideal: turismo de naturaleza y aventura.
Según referentes del sector, la Ruta del Vino Cordobés busca posicionarse como “un camino de descubrimiento”, donde la escala boutique y la cercanía con los productores son parte del diferencial. “Aquí el visitante no solo degusta vinos, sino que conversa con quienes los elaboran y se sumerge en un entorno natural incomparable”, señalan desde la Cámara de Turismo de Córdoba.
Con esta apuesta, Córdoba suma una joya más a su variada oferta turística y se proyecta como un destino enoturístico en auge, listo para conquistar tanto a los viajeros nacionales como a los visitantes internacionales.
La Ruta del Vino Cordobés no solo busca atraer al público amante de la vitivinicultura, sino también posicionarse como un producto turístico integral que combina cultura, historia y naturaleza. Desde caminatas por los viñedos al atardecer hasta festivales locales que celebran la tradición del vino, la propuesta invita a vivir una experiencia completa, donde el sabor de cada copa se entrelaza con la identidad serrana y el espíritu hospitalario de Córdoba.
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