¿Quién es el magnate que quiere comprar TikTok?

Frank McCourt, conocido multimillonario del sector inmobiliario y expropietario de los Dodgers de Los Ángeles. Está preparando una oferta para adquirir los activos estadounidenses de TikTok.

La popular aplicación de redes sociales, propiedad de la empresa china ByteDance, ha sido valorada entre 35,000 y 40,000 millones de dólares por los analistas de Bloomberg Intelligence. McCourt planea formar un consorcio para presentar esta ambiciosa oferta en un intento de transformar el panorama de las redes sociales.

La decisión del presidente Joe Biden de obligar a ByteDance a vender los activos estadounidenses de TikTok o enfrentar una prohibición. Ha despertado el interés de varios personajes destacados.

Entre ellos, el exsecretario del Tesoro de EE.UU., Steven Mnuchin, y el exdirector ejecutivo de Google, Eric Schmidt, han mostrado interés en la aplicación. Sin embargo, ByteDance está actualmente impugnando la ley estadounidense en los tribunales y ha declarado que no tiene intención de vender la plataforma.

Frank McCourt no es un jugador convencional en el mundo de la tecnología. Después de vender los Dodgers en 2012 por aproximadamente 2,000 millones de dólares, McCourt ha centrado su atención en iniciativas tecnológicas.

En 2021, anunció el lanzamiento de Project Liberty, un esfuerzo por reconstruir las redes sociales y enfrentarse a gigantes como Meta Platforms. Hasta la fecha, McCourt ha invertido 500 millones de dólares en esta iniciativa, con el objetivo de crear una web donde los usuarios tengan mayor control sobre sus datos e identidad.

McCourt ve la posible adquisición de TikTok como una oportunidad. Para catalizar una alternativa al actual modelo tecnológico que domina Internet.

En una entrevista con Bloomberg TV, McCourt enfatizó que no está interesado en el algoritmo subyacente de TikTok. Si no en crear una web donde la gente posea y controle sus datos y su identidad. Este enfoque sugiere una migración de TikTok a un protocolo de código abierto, ofreciendo a los usuarios estadounidenses más control sobre su información.

Para llevar a cabo esta ambiciosa oferta. McCourt está trabajando con varios colaboradores destacados. El banco de inversión Guggenheim Securities y la firma legal Kirkland & Ellis están proporcionando asesoramiento financiero y legal.

Además, el proyecto cuenta con el apoyo de Tim Berners-Lee, el creador de la World Wide Web. McCourt describe este esfuerzo como "la oferta del pueblo", buscando fuentes de financiación que incluyen capital privado, fondos de pensiones, dotaciones, fundaciones y filantropías.

A pesar de la clara visión de McCourt, existen varios desafíos en el camino. La valoración de TikTok y la resistencia de ByteDance a vender complican la situación.

McCourt reconoció en su entrevista que el proceso está en sus primeras etapas y que aún hay mucho ruido alrededor de la posible adquisición. Sin embargo, el magnate sigue adelante. Motivado por la posibilidad de transformar el paisaje de las redes sociales y proporcionar una alternativa más transparente y centrada en el usuario.

Reacciones y expectativas

La propuesta de McCourt ha generado una mezcla de reacciones. Algunos ven su iniciativa como un intento innovador de desafiar a los gigantes tecnológicos y devolver el control a los usuarios.

Otros son escépticos sobre la viabilidad de migrar una plataforma tan grande como TikTok a un modelo de código abierto. No obstante, el respaldo de figuras influyentes como Tim Berners-Lee agrega credibilidad a la visión de McCourt.

Frank McCourt, con su historial en el sector inmobiliario y su reciente incursión en la tecnología. Está preparando una oferta que podría cambiar significativamente el panorama de las redes sociales en Estados Unidos. Su enfoque en el control de datos y la identidad de los usuarios, respaldado por importantes colaboradores, ofrece una visión alternativa al modelo actual dominado por gigantes tecnológicos.

Aunque el camino está lleno de desafíos. La posible adquisición de TikTok por parte de McCourt. Podría marcar el comienzo de una nueva era en la web, centrada en la transparencia y el control del usuario.