La moneda española que te puede financiar tu próxima moto de alta categoría

El mundo de la numismática está lleno de sorpresas. Monedas que, a simple vista, podrían parecer insignificantes, se convierten en verdaderas joyas para los coleccionistas. En este sentido, la peseta, la moneda que circuló en España durante más de un siglo, sigue siendo objeto de deseo en el mercado.

Aunque ya no forma parte de nuestras carteras desde la llegada del euro en el año 2002, algunas pesetas se han convertido en auténticos tesoros. Entre todas ellas, la moneda de 1 peseta de 1869 se lleva la palma, con una valoración que puede llegar a superar los 7.000 euros.

¿Cuál es la peseta más valiosa?

En mil ochocientos sesenta y nueve, se acuñaron dos versiones de la moneda de 1 peseta. Ambas en plata de ley de ochocientas treinta y cinco milésimas, con un diámetro de veintitrés milímetros y un peso teórico de cinco gramos. Estas dos monedas son muy parecidas, pero tienen pequeños detalles que las diferencian, tanto en su diseño como en su valor en el mercado.

La primera de estas monedas fue emitida durante el Gobierno Provisional de la época. De hecho, lleva inscrito el término "GOBIERNO PROVISIONAL" en su anverso, rodeando la figura que personifica a Hispania, recostada sobre los Pirineos. La segunda versión de la peseta, fabricada tras la aprobación de la Constitución, reemplaza esta inscripción por la palabra "ESPAÑA".

Aunque las dos monedas comparten el mismo diseño en el anverso y reverso, el número de ejemplares acuñados marca una clara diferencia. De la primera moneda, con la leyenda "GOBIERNO PROVISIONAL", se emitieron alrededor de siete millones de piezas.

En cambio, de la segunda versión, con la palabra "ESPAÑA", solo se acuñaron unas trescientas sesenta y siete mil unidades. Lo que la convierte en una moneda mucho más rara y, por tanto, más valiosa.

Un diseño inspirado en la antigua Roma

Las dos versiones de esta moneda de 1 peseta de mil ochocientos sesenta y nueve tienen una característica muy particular. El diseño de la personificación de Hispania recostada sobre los Pirineos está inspirado en las monedas que se acuñaron durante el imperio del emperador Adriano. Este detalle histórico añade un valor adicional a estas piezas, más allá de su precio en el mercado.

En el reverso de ambas monedas, encontramos el escudo de España, otro elemento que comparte el mismo diseño en las dos versiones. Además, llevan inscritas las siglas "SNM", que corresponden a los nombres de Donato Álvarez Santullano, Rafael Narváez y Ángel Mendoza Ordóñez.

Una moneda con historia y valor

La peseta puede haber desaparecido de nuestras vidas cotidianas. Pero su legado sigue vivo en las casas de subastas y en las colecciones de los apasionados de la numismática. La moneda de 1 peseta de mil ochocientos sesenta y nueve es un claro ejemplo de cómo una pequeña pieza de metal puede tener un valor histórico y monetario incalculable.

Para los coleccionistas, poseer una de estas monedas no solo es una cuestión de dinero, sino también de poseer un pedazo de historia de España. Cada moneda tiene una historia que contar, y quienes las poseen pueden sentirse orgullosos de ser parte de ese relato.