Con esta moneda de 20 céntimos te puedes ir un fin de semana a Roma con todo pagado
Es un ejemplar muy característico que destaca gracias a sus detalles y que ha multiplicado su precio en el mercado
El mundo de la numismática siempre consigue sorprender con muchas piezas de gran valor. En ocasiones, las monedas que parecen más normales esconden secretos que hacen que alcancen un precio mucho mayor.
Esto es justo lo que sucede con un ejemplar en concreto de tan solo 20 céntimos. A pesar de su bajo valor nominal, varios detalles han conseguido que su precio se multiplique en los últimos años. Llega a superar los 800 euros en el mercado.
Esta es la moneda de 20 céntimos que te paga un viaje a Roma
La moneda de la que hablamos es una de 20 céntimos que se emitió en Italia en el año 2002. Uno de los detalles por los que llama la atención es por un error muy característico. En este caso, se trata del exceso de cobre.
Esta singularidad hace que se diferencie del resto de sus compañeras. De hecho, en plataformas y páginas especializadas, se puede encontrar por nada menos que 850 euros. Sin duda, un alto valor que te puede pagar tu próximo viaje a Roma o al rincón de tu elección.
Este ejemplar de 20 céntimos se emitió el primer año que circularon las monedas de euro. Por el error de exceso de cobre en su acuñación, cuenta con un aspecto distinto, lo que hace que sea un tesoro para los coleccionistas.
Este exceso de cobre hace que la moneda tenga un color distinto al resto y una textura peculiar. Al destacar por encima de otras, se ha convertido en un objeto exclusivo y muy codiciado entre expertos y aficionados.
Este ejemplar puede superar los 800 euros en el mercado
El valor nominal de este ejemplar es de tan solo 20 céntimos. Sin embargo, como decíamos, se llega a vender por hasta 850 euros dentro del mercado del coleccionismo. Sobre todo, si se trata de una moneda bien conservada.
En páginas como TodoColección se puede encontrar y comprobar su precio. Por ello, conviene que revises todas tus monedas para ver si la puedes tener en tu monedero y no hayas dado ni cuenta. En este caso, la reconocerás porque tiene un tono más rojizo que el resto.
A pesar de que este detalle se te puede escapar, solo hace falta un utensilio como una lupa para verlo. Además, al ser un ejemplar exclusivo y codiciado, puede convertirse en un billete de ida y vuelta a cualquier ciudad.
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