Las lamentables condiciones de la cárcel tailandesa donde pasará su vida Daniel Sancho
En una celda con 30 reclusos y 17 horas sin comer
El hijo del actor Rodolfo Sancho, el joven chef Daniel Sancho, ha sido sentenciado a cadena perpetua en Tailandia por el asesinato de Edwin Arrieta. Esta condena implica que será trasladado de la prisión de Koh Samui, donde ha estado detenido, a otra cárcel con condiciones más duras.
A pesar de que Sancho solicitó permanecer en la prisión de Samui, el juez ha señalado que la ley no lo permite. Es probable que sea trasladado a la cárcel de Nakhon Si Thammarat, que alberga a más de 4200 reclusos en condiciones de hacinamiento. En contraste, la prisión de Samui, donde Sancho ha estado en prisión provisional en el módulo hospitalario, tiene solo 500 presos.
Otra posible ubicación es la prisión de máxima seguridad de Bang Kwang. Que está ubicada al norte de Bangkok, conocida por su hacinamiento extremo, con más de 8000 reclusos en un espacio diseñado para 3500.
Las duras condiciones de las cárceles en Tailandia
La prisión de Bang Kwang, conocida como el ‘Gran Tigre’, es famosa por sus duras condiciones. Un exrecluso que pasó 12 años allí la describe como un lugar insalubre donde se envían a los condenados a muerte y a aquellos con largas sentencias.
"La cárcel devora a los hombres vivos, tanto física como mentalmente, de ahí su apodo", comenta. En la prensa internacional, debido al humor negro de algunos reclusos británicos, se la conoce como el ‘Bangkok Hilton’.
En algunas celdas de hormigón, más de 30 presos comparten espacio, pasando más de 12 horas al día recluidos con solo un agujero en el suelo para sus necesidades. La supervivencia en el interior depende en gran medida de la ayuda externa, como dinero y regalos (comida, sábanas…) que los presos pueden recibir de sus familias.
En la prisión de Bang Kwang hay reclusos de diversas nacionalidades. Si Daniel Sancho es trasladado allí, coincidirá con otro español. Se trata de Artur Segarra, un empresario catalán condenado a muerte en 2016 por el asesinato de David Bernat.
En 2020, su pena fue conmutada a cadena perpetua tras disculparse ante el rey y admitir su crimen.
En una entrevista, Segarra describió las duras condiciones de la prisión. En esta, subrayó que compartía celda con casi 30 reclusos y pasaban más de 17 horas sin comer. “Esto es el tercer mundo, ahora tenemos cámaras, pero sigo llevando un pincho en el bolsillo”, comentó.
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