La estafa millonaria con la que engañaron a Vodafone: la compañía no lo vio venir
La justicia condena ahora a un hombre a devolver a la compañía más de 200.000 euros además de afrontar una multa
Una estafa telefónica de grandes dimensiones ha sacudido a Vodafone. La Audiencia Provincial de Tarragona ha condenado a un hombre a pagar 201.950,12 euros al operador. Todo ello después de haberse comprobado su participación en un fraude con líneas telefónicas.
Además, el condenado deberá pagar una multa de 1.743 euros. Junto a él, otras siete personas fueron acusadas de participar en el delito. Para ello se aprovecharon del sistema para obtener beneficios a costa del operador.
Así fue la estafa a Vodafone
El condenado trabajaba en un establecimiento de Tarragona, desde donde se gestionaban líneas de teléfono. Aprovechando su posición, registraba nuevas líneas utilizando datos personales de clientes sin el correspondiente consentimiento.
Estas altas fraudulentas les permitieron activar varias líneas telefónicas a nombre de personas que no habían dado su autorización. Estas líneas no solo generaron gastos para Vodafone. También fueron utilizadas de forma masiva para realizar llamadas internacionales y a números de tarificación adicional.
Estas líneas de tarificación adicional forman parte de un sistema en el que varias operadoras están involucradas. Según el escrito de acusación del fiscal, "los números de tarificación adicional pertenecen a operadoras, que ceden su gestión a otras empresas. Estas, a su vez, permiten que terceras compañías exploten los servicios de información de pago, conocidos como servicio de voz".
El esquema permitía que quienes prestaban estos servicios recibieran una compensación por cada minuto facturado. Sin embargo, Vodafone no pudo cobrar estos minutos. Y es que dichas líneas se activaron de manera fraudulenta, con contratos inválidos o inexistentes.
El esquema delictivo se desarrolló con el objetivo de que los acusados obtuvieran beneficios a través de sus propias empresas. Estas compañías, que gestionaban las llamadas internacionales y de tarificación adicional, recibían ingresos por el tiempo que estaban activas.
Vodafone, sin embargo, no solo dejó de percibir el dinero correspondiente por el uso de estas líneas. Además fue víctima del perjuicio económico generado por la estafa.
Consecuencias para Vodafone
Este tipo de fraudes telefónicos no solo afectan económicamente a compañías como Vodafone. También generan problemas a los usuarios cuyos datos personales se ven comprometidos sin que ellos lo sepan. En este caso, los contratos falsificados hicieron que el operador no pudiera facturar a los usuarios de forma legítima-
Vodafone deberá tomar medidas más estrictas para evitar que este tipo de incidentes se repitan en el futuro. Para ello deben revisar sus protocolos de seguridad y control en la activación de nuevas líneas.
Esta estafa, que costó al operador más de 200.000 euros, ha mostrado las vulnerabilidades del sector de las telecomunicaciones. Pone de relieve la importancia de reforzar las medidas de control y seguridad en las operaciones diarias.
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