La medida que toman algunos cuando no pueden pagar su hipoteca: cuidado, tiene trampa
Algunas personas deciden solicitar un periodo de carencia hipotecaria, pero eso afectará a las futuras cuotas mensuales
Cuando las personas tienen dificultades para pagar su hipoteca, una opción es solicitar un periodo de carencia. Este es un acuerdo con el banco que permite pagar solo los intereses del préstamo durante un tiempo determinado. Se reduce así temporalmente la cuota mensual.
Esta medida es útil para afrontar problemas económicos puntuales. Sin embargo, esta medida no será gratis y puede encarecer el coste total de la hipoteca.
¿Qué es el periodo de carencia en una hipoteca?
El periodo de carencia es un acuerdo que se puede establecer al inicio de la hipoteca o en cualquier otro momento de su vida útil. Durante este periodo, se pagan solo los intereses, no el capital del préstamo, lo que reduce temporalmente el monto de las cuotas mensuales. Esto puede ser útil si, por ejemplo, el titular del préstamo enfrenta una reducción de ingresos o gastos imprevistos que dificultan cumplir con el pago de la hipoteca.
No todos los titulares de hipotecas pueden optar por esta medida. El banco realizará un estudio de la situación económica del solicitante para evaluar el riesgo y la viabilidad de conceder el periodo de carencia. Se considera la capacidad del titular para retomar los pagos completos al finalizar la carencia y su historial crediticio, entre otros factores.
Esto implica que la aprobación del periodo de carencia no está garantizada. Depende de la política del banco y la situación financiera del solicitante.
Consecuencias del periodo de carencia
Aunque el periodo de carencia puede ofrecer un respiro financiero temporal, tiene sus desventajas. Al pagar solo los intereses y no el capital, la deuda total no se reduce durante este tiempo. Por lo tanto, al finalizar el periodo de carencia, el monto de las cuotas mensuales aumentará, ya que el capital pendiente sigue siendo alto.
Además, suele ser necesario formalizar un nuevo acuerdo con el banco, conocido como novación de la hipoteca. Esto conlleva gastos adicionales, como la comisión de novación y posibles costos notariales. Por lo tanto, aunque la carencia puede ser un alivio momentáneo, es importante considerar que aumentará el costo total del préstamo a largo plazo.
Optar por esta medida debe ser una decisión bien pensada y tomada solo si es realmente necesario. Esta opción puede ser útil para superar dificultades financieras puntuales, pero debe ser usada con precaución. Y es que puede tener implicaciones económicas importantes en el futuro.
Es recomendable analizar otras alternativas antes de tomar esta decisión. Por ejemplo renegociar las condiciones de la hipoteca o buscar formas de incrementar los ingresos.
Un periodo de carencia hipotecaria es una herramienta que ofrece los bancos para casos específicos de dificultad financiera. Es una opción válida, pero no sin costes y riesgos. Por lo tanto, debe ser considerada con cautela y solo cuando no hay otras alternativas más viables.
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