El BBVA recibe un nuevo varapalo y sus trabajadores dicen basta

El banco BBVA ha tenido que dar marcha atrás en su intento de cambiar unilateralmente el horario laboral de parte de su plantilla. En el marco del proyecto Atlas, implementado a finales del año pasado, la entidad decidió incrementar la jornada laboral de cientos de empleados en 15 minutos diarios sin ofrecer compensación adicional. Esta decisión no fue consensuada ni con los sindicatos ni con los empleados.

La mayoría de los trabajadores afectados firmaron bajo presión de la dirección. Sin embargo, un grupo de empleados rechazó las nuevas condiciones y decidió llevar el caso a los tribunales.

Según informó The Objective, el pasado 26 de junio estaba programado el juicio por una de estas demandas. Ante el riesgo de una condena, BBVA optó por alcanzar un acuerdo con el denunciante. Esto permitió restituir el horario laboral previo a la entrada en vigor del proyecto el 8 de noviembre de 2023.

El acuerdo establece que "la jornada y el horario de trabajo se enmarcarán dentro del horario que en cada momento se aplique en su centro o dentro del horario especial que tuviera establecido la unidad que le corresponda".

Desde el sindicato CGT advierten que esta cláusula podría permitir que, en el futuro, los afectados deban asumir horarios intempestivos si así lo requiere la dirección del banco.

A pesar de esto, el sindicato celebra el "éxito" del demandante y anima a los trabajadores a unirse en futuros conflictos para detener decisiones unilaterales de BBVA. El acuerdo judicial impide que el banco y el trabajador rescindan unilateralmente la medida.

El BBVA decide no opinar al respecto

BBVA ha evitado hacer comentarios sobre este caso. La jueza de instrucción se basó en un informe de la inspección de trabajo para esclarecer los hechos. Según fuentes sindicales, BBVA decidió llegar a un acuerdo antes de la vista debido a las conclusiones de dicho informe.

Este desenlace ocurre en un momento crítico para BBVA. Esto se da en medio de la oferta pública de adquisición (OPA) lanzada sobre el Sabadell, que ha puesto en alerta a la plantilla por las posibles repercusiones sobre el empleo. Los sindicatos, en la reciente junta de accionistas del banco, solicitaron garantías para llevar a cabo los ajustes necesarios, a lo que Carlos Torres, presidente de BBVA, se comprometió.

Se estima que, de concretarse la compra y fusión, se despedirían entre 4,500 y 5,000 empleados, equivalentes a un tercio de los trabajadores actuales del Sabadell en España.

El conflicto laboral también coincide con el incremento de objetivos comerciales que BBVA ha impuesto a su personal para el presente cuatrimestre. Esto en un intento de mejorar sus números y evitar la fuga de clientes en plena OPA. La dirección comunicó a finales de mayo que las metas de producción aumentarían entre un 25% y un 90% hasta agosto, vinculando estas ventas a los incentivos salariales.