Las autoridades advierten de la peligrosa estafa que regresa a España: acaban con todo
Se ha detectado un aumento de esta estafa en la que los más afectados son los empleados de comercios y restauración
Son muchas las estafas a las que nos enfrentamos en los últimos tiempos. Sin embargo, también hay siempre otras que resurgen después de haber estado algunos años sin aparecer. Es lo que ha sucedido con el timo del mexicano.
Aunque puede parecer nueva, esta técnica de estafa es ya una vieja conocida de las autoridades. En este caso, los delincuentes suplantan la identidad de empresas de mensajería para robar el dinero de sus víctimas. Conocer todos los detalles es vital para protegerse.
En qué consiste el conocido como timo del mexicano
Las autoridades ya han advertido del repunte de casos víctimas del conocido como timo del mexicano. En esta estafa, los estafadores actúan de forma sencilla, pero también muy efectiva.
En este caso, después de realizar una profunda investigación sobre sus víctimas, contactan a través del teléfono con empleados de empresas. Lo hacen bajo la excusa de ser representantes de una compañía de mensajería.
Después, les dicen que deben entregar un paquete o unos documentos y que, para ello, necesitan que se pague en efectivo. Para ganarse la confianza de las víctimas, dan detalles del negocio como la ubicación de la caja o el nombre del gerente. Muchos terminan cayendo.
La presión psicológica es clave en esta estafa
El nombre de esta estafa puede parecer confuso. Aunque se conoce como el timo del mexicano, lo cierto es que las llamadas no siempre vienen de México. En su lugar, los delincuentes usan números de varios países, incluso de España.
Esto ha hecho que, en la actualidad, sea cada vez más complicado darles caza. Eso sí, el nombre de timo se ha mantenido debido a que, al principio, las llamadas que se recibían sí solían provenir de dicho país.
Una de las señales de alerta que caracteriza a esta estafa es que los delincuentes usan mucha presión psicológica para convencer a sus víctimas. De hecho, llegan incluso a amenazar con despedir a los empleados.
Por su parte, en otros casos, también ha llegado a haber amenazas de violencia contra ellos o contra sus familias. Esto, combinado con la información que conocen del negocio, hace que muchos terminen cediendo y, por tanto, cayendo en sus garras.
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