Un asesor fiscal de CaixaBank lanza un aviso a todos los que tengan coche en España

La compraventa de vehículos conlleva una serie de obligaciones fiscales. Según explica Pedro Rodríguez Mateo, asesor fiscal de CaixaBank, estas varían según si el coche es nuevo o usado.

Sea como sea, hablamos de impuestos que hay que tener en cuenta a la hora de planificar una compra. Sobre todo teniendo en cuenta los altos precios que tienen a día de hoy los vehículos, ya sean nuevos o de segunda mano.

CaixaBank señala los impuestos que toca pagar cuando compres un coche

Si hablamos de un coche nuevo, hay que tener en cuenta los siguientes impuestos:

Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA)

El IVA, explica CaixaBank, es un impuesto a la compra de vehículos nuevos o de segunda mano que se venden por empresas. Este impuesto, que debe abonar el comprador, se fija generalmente en un 21% del precio del vehículo.

Sin embargo, recuerda CaixaBank, para los coches destinados a personas con movilidad reducida, el tipo reducido es del 4%. El vendedor, por su parte, está obligado a declarar el IVA correspondiente tras la transacción.

Impuesto Especial sobre Determinados Medios de Transporte (IEDMT)

El IEDMT o impuesto de matriculación también se aplica a la adquisición de vehículos nuevos. CaixaBank indica que es obligatorio para los coches de segunda mano que aún no estén matriculados en España. Este impuesto es bastante variable, porque su cuantía depende de las emisiones contaminantes, pudiendo oscilar entre el 0% y el 14,75% de la base imponible.

Algunas comunidades autónomas pueden elevar este porcentaje hasta el 16%, aprovechando su autonomía fiscal. CaixaBank señala que el pago del IEDMT suele gestionarse a través del concesionario, aunque el comprador debe efectuar el abono ante la Agencia Tributaria.

En el caso de los vehículos ya usados, los impuestos a pagar, según CaixaBank, son los siguientes:

Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales Onerosas (TPO)

Cuando se adquiere un vehículo usado entre particulares, se debe pagar el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales Onerosas (TPO). Este forma parte del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados (ITP-AJD), y se realiza a través del modelo 620.

La competencia para regular este impuesto está transferida a las comunidades autónomas, lo que implica variaciones en el tipo impositivo y en los plazos de presentación. En general, el tipo impositivo del TPO varía entre el 4% y el 8% dependiendo de la comunidad autónoma.

Las tablas de valoración publicadas en el Boletín Oficial del Estado (BOE) se utilizan para calcular la base imponible. Ahora bien, se ajusta a la depreciación, según la antigüedad del vehículo. Por ejemplo, un vehículo con menos de un año mantiene el valor completo, mientras que uno con más de 12 años ve su valor reducido al 10%.

Algunas comunidades aplican tipos impositivos diferenciados basados en características específicas del vehículo, como la cilindrada o los caballos fiscales. En Andalucía y Asturias, el tipo general es del 4%, pero puede aumentar al 8% para vehículos con más de 15 caballos fiscales. Otros territorios, como Aragón y Canarias, tienen cuotas fijas para vehículos con más de 10 años.