Detenido un inmigrante por agredir sexualmente a una joven en un piso de Bilbao

La inmigración ilegal sigue afectando a la ciudadanía española. En Galdakao, Vizcaya, la Ertzaintza arrestó el pasado fin de semana a un hombre de origen magrebí.

Estaba acusado de agredir sexualmente a una mujer de 24 años. La víctima presentó la denuncia tras relatar que fue obligada a mantener relaciones en contra de su voluntad.

Todo comenzó cuando, en su domicilio del barrio Urreta, una joven de 24 años sufrió una situación en la que su negativa no fue respetada por un chico de 19 años. Visiblemente afectada, la víctima relató lo ocurrido entre lágrimas a una amiga, quien inmediatamente alertó a los servicios de emergencia, poniendo en marcha el protocolo previsto para casos de agresión sexual.

Agentes de paisano, efectivos de la Policía Local y personal sanitario acudieron al lugar y trasladaron a la mujer a un hospital. Allí fue atendida por sangrado y dolor en la zona genital. Tras recibir asistencia y estabilizarse, la víctima se dirigió a la comisaría de Basauri para presentar la denuncia.

La policía centró rápidamente la investigación gracias a la declaración de la joven, la información proporcionada por su amiga y la descripción física del sospechoso. Horas después, el presunto agresor, un joven de 19 años, fue localizado y detenido en una vivienda de la calle Oizmendi, en Galdakao.

Fuentes cercanas indican que ambos se conocían previamente en Bilbao y se desplazaron juntos hasta el domicilio del sospechoso. La Ertzaintza ha iniciado diligencias judiciales y puso al arrestado a disposición del juez de guardia para que responda ante la justicia por los hechos.

Esta situación ocurre en un momento en el que la inmigración y la inseguridad están a la orden del día. Recordemos que en el barrio madrileño de Hortaleza, un mena de 17 años violó a una menor española de 14.

Según publica OK Diario, los hechos ocurrieron en la madrugada del sábado en el parque Isabel Clara Eugenia, junto al polémico centro de primera acogida.

La menor había quedado con una amiga que llegó acompañada de dos menas marroquíes. Minutos después se marchó con uno de ellos.

La víctima quedó sola con el agresor, que trató de besarla y manosearla. Al resistirse, la arrastró hacia una zona de arbustos. Allí se consumó la agresión.