La última jugada de Mercadona, Lidl o Carrefour pone en un serio aprieto a Marruecos

La decisión de los supermercados españoles, liderados por Mercadona, de favorecer las naranjas de agricultores locales ha golpeado duramente a Marruecos. Mercadona, así como otras plataformas como Lidl, Alcampo o Carrefour, ha optado por respaldar la producción nacional de cítricos en lugar de importar de Marruecos.

Esta estrategia ha sido interpretada como un golpe significativo para Marruecos, que históricamente ha considerado a España como un mercado crucial para sus exportaciones de naranjas y otros cítricos.

Económicamente hablando, esta decisión ha reducido la demanda de naranjas marroquíes en el mercado español, disminuyendo así las exportaciones del país norteafricano hacia España.

La competencia se ha intensificado aún más con la llegada de otros productores como Chile y Turquía. Estos han aumentado su presencia en el mercado español con nuevas variedades y estrategias de comercialización.

Según un informe reciente del Servicio Agrícola Exterior del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA FAS), mencionado por Citrus Industry, las perspectivas no son alentadoras para Marruecos.

Las expectativas de producción de mandarinas y tangerinas han sido revisadas a la baja, con una disminución de 53,000 toneladas métricas en comparación con el año anterior. Marruecos se enfrenta a un desafío triple en este sentido.

Marruecos pierde fuelle y se mete en un problema

Además, la situación geopolítica mundial ha tenido un impacto indirecto en este escenario. Los conflictos en otras regiones, como la guerra en Ucrania y los desarrollos en Gaza, han afectado las decisiones comerciales y logísticas en el Mediterráneo y más allá.

El cierre temporal del Canal de Suez también ha presionado las rutas de transporte marítimo, afectando la capacidad de Marruecos para competir en términos de tiempo y costos de envío.

Por otro lado, la decisión de Mercadona y otros supermercados de apoyar a los agricultores locales españoles ha sido bien recibida internamente. Esto fortalece la economía local y fomenta la seguridad alimentaria y sostenibilidad.

Esta tendencia refleja una creciente preferencia por los productos frescos y locales entre los consumidores españoles, quienes valoran cada vez más la trazabilidad y calidad de los alimentos que adquieren.

Mientras Marruecos se adapta a estas nuevas dinámicas del mercado y enfrenta desafíos significativos, también se abre la oportunidad de diversificar su base de exportación y explorar nuevos mercados emergentes. La evolución de estos factores económicos y geopolíticos continuará moldeando el panorama comercial de los cítricos en los próximos años. Y esto tendrá implicaciones tanto para los productores como para los consumidores en Europa y más allá.