Truco para frenar el envejecimiento en mujeres: Harvard desvela hasta 3 claves
El envejecimiento no se puede parar pero se puede ralentizar
El envejecimiento es inevitable pero con buenos hábitos se puede retarsar. No es ningún misterio que el paso de los años afecta significativamente a nuestra salud. Y ojo, porque no hablamos solo de cuestiones estéticas. Si bien el aspecto físico es susceptible de cambiar a causa del envejecimiento, nuestro organismo también lo sufre por dentro.
Y es que al parecer, existen determinados factores que pueden acelerar nuestro envejecimiento, especialmente si somos mujeres. Pero no te preocupes, porque la ciencia también ha averiguado la forma de mitigar estos cambios. Concretamente, existen 3 trucos que pueden ayudarnos a ello.
Los momentos que más nos hacen envejecer, según la ciencia
Si hay algo de lo que ningún ser humano se libra, y mucho menos puede escapar, es del paso del tiempo. Es cierto, probablemente a todos nos gustaría ser jóvenes eternamente, pero esto es algo que lamentablemente nadie puede conseguir.
No obstante, España es uno de los países con una mayor esperanza de vida, algo que a priori podríamos consider como positivo. Ahora bien, vivir más años también implica otra serie de cosas, como por ejemplo un mayor deterioro físico.
En el caso de las mujeres, al parecer, existen determinadas causas que podrían acelerar este proceso. Y esto no es algo que digamos nosotros, sino la ciencia. De hecho, un estudio de Harvard ha conseguido dar una explicación sobre ello.
Como todo sabemos, el envejecimiento es un proceso vital que cualquier organismo puede experimentar. Con el paso de los años, nuestro cuerpo va acumulando daños, los cuales terminan produciendo una pérdida de energía, vitalidad y funcionalidad.
Por lo tanto, resulta evidente pensar que, a más años, mayor será el envejecimiento. Sin embargo, lo que parece no ser demasiado positivo es que dicho proceso se adelante. Y esto es, precisamente, lo que ciencia ha pretendido descubrir.
Todo apunta a que, en el caso de las mujeres, existen tres momentos vitales que pueden acelerar dicho proceso. El primero de ellos es el embarazo: el efecto que produce llevar a cabo una gestación es, sin lugar a dudas, un momento vital que hace incrementar nuestra edad biológica.
Por otra parte, el segundo momento lo encontramos en la exposición a cirugías mayores y/o de urgencia. El estrés y la ansiedad que puede suponer enfrentarnos a ellas, hace que nuestro cuerpo se vea sometido a una serie de circunstancias que terminen por acelerar dicho proceso.
Y, en última instancia, nos encontraríamos con aquellos casos de mujeres que han padecido Covid-19 de forma grave. Concretamente, las pacientes hospitalizadas en UCI pueden llegar a experimentar un envejecimiento que, en algunos casos, solo se recuperaría de forma parcial.
Así pues, estos tres grandes factores recogidos en el estudio de Harvard pueden influir, en gran medida, en la aceleración del proceso del envejecimiento. Puedes ver el estudio completo aquí https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/37086720/
Tres alternativas para combatirlo
Después de analizar los hallazgos de este estudio, es fácil llegar a la conclusión de que el envejecimiento es un proceso del que nadie puede escapar. Sin embargo, existe una buena noticia, y es que a pesar de que existen 3 factores que pueden acelerar dicho proceso, también hay otros 3 que nos pueden ayudar a revertirlo.
En este sentido, podemos llevar a cabo una serie de trucos que pueden ayudarnos a recuperar y regenerar nuestra juventud. Todos ellos son ideales para promover un efecto 'antiedad' no solo sobre nuestro aspecto, sino también sobre nuestro organismo.
Así pues, una dieta a base de frutas y verduras (junto con una correcta hidratación y práctica de ejercicio) puede ser el primer paso para ello. De hecho, los expertos recomiendan optar por la dieta Mediterránea, ya que es una de las más saludables.
Por otro lado, los hábitos de sueño y descanso también son fundamentales, especialmente para la regeneración de nuestras células. Y por último, pero no menos importante, llevar a cabo una práctica minimalista también puede ser una gran opción.
En este sentido, asegúrate de reducir el consumo de alimentos y productos que puedan ser nocivos para tu salud, como por ejemplo el tabaco o la exposición a los plásticos. Una combinación de todos estos hábitos te llevará, sin lugar a dudas, a obtener unos buenos resultados.
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