Simple, pero efectivo: el truco del lavavajillas que ni MediaMarkt ni Amazon te cuenta

El lavavajillas es uno de los grandes aliados en la limpieza del hogar. Ahorrar tiempo y esfuerzo lo convierte en un imprescindible para muchas familias, pero no todo lo que parece apto para este electrodoméstico lo es. Un pequeño error al cargarlo podría provocar averías graves.

Este electrodoméstico está diseñado para soportar altas temperaturas y chorros de agua a presión. Pero algunos materiales, como ciertos plásticos o utensilios delicados, no están preparados para este tipo de tratamiento. Ignorar esto puede dañar tanto los objetos como el propio lavavajillas.

El error que puede romperlo todo

Uno de los problemas más comunes ocurre cuando se colocan elementos de plástico no aptos para altas temperaturas. Estas piezas pueden deformarse o romperse durante el lavado.

Los restos de plástico pueden terminar obstruyendo los conductos internos, generando una avería que puede ser costosa de reparar. Los expertos aseguran que este tipo de problemas puede aparecer en cuestión de segundos.

Otros materiales, como la madera o las tablas de cortar, también pueden causar inconvenientes. Al absorber agua, la madera tiende a expandirse, astillarse y perder su funcionalidad. Además, las astillas pueden dañar componentes internos del lavavajillas, complicando aún más la situación.

Qué recomiendan los expertos para cargar el lavavajillas

Los fabricantes de lavavajillas, como Bosch, insisten en la importancia de organizar adecuadamente los utensilios dentro del electrodoméstico. El éxito de un ciclo de lavado seguro depende de cómo se distribuyen los objetos en su interior. El espacio entre los recipientes es clave para evitar bloqueos en el flujo del agua.

Los objetos de plástico que sean aptos para el lavavajillas deben colocarse siempre en el cesto superior. Esto los mantiene alejados de las altas temperaturas que podrían deformarlos. Las bandejas grandes y tablas de cortar, en cambio, deben situarse en los laterales para evitar que interfieran con el movimiento de los brazos aspersores.

Cómo proteger tu lavavajillas y evitar sorpresas desagradables

Para alargar la vida útil del lavavajillas, es esencial prestar atención a los utensilios que se introducen en él. Aunque algunos platos y recipientes no necesitan ser aclarados previamente, los restos grandes de comida deben eliminarse antes de iniciar el ciclo de lavado. Esto ayuda a prevenir obstrucciones en el filtro.

Los cuchillos afilados no solo pueden ser peligrosos si no se colocan correctamente, sino que también podrían dañar otros utensilios o el propio electrodoméstico. En el caso de los objetos frágiles, como las copas delicadas, se recomienda asegurarlas adecuadamente para evitar que se rompan durante el proceso.

Objetos que nunca deberían entrar en el lavavajillas

Algunos utensilios son especialmente problemáticos. Las tablas de cortar de madera, por ejemplo, son muy susceptibles a deformarse y astillarse, lo que reduce su vida útil y puede generar problemas en el lavavajillas. Las sartenes con recubrimientos antiadherentes tampoco deberían lavarse en este electrodoméstico, ya que las altas temperaturas y el agua a presión pueden dañar su superficie.

Los recipientes de plástico no aptos para altas temperaturas representan otro riesgo. Al deformarse o romperse, pueden obstruir las tuberías internas y provocar una avería grave. Evitar su uso en el lavavajillas es una medida sencilla para proteger el electrodoméstico.

Consejos finales para evitar reparaciones costosas

Mantener el lavavajillas en buen estado requiere atención a los detalles y una correcta utilización. Los daños por introducir objetos inadecuados no solo afectan al electrodoméstico, sino que también pueden dejarte sin su servicio en momentos cruciales, como antes de una reunión familiar.

Seguir las recomendaciones de los fabricantes es la mejor manera de evitar problemas. Un uso adecuado garantizará que el lavavajillas siga siendo un aliado en la limpieza del hogar durante muchos años.