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Plaza mayor de un pueblo con edificios de arquitectura tradicional y soportales, cielo nublado y un recuadro que muestra el letrero de la Hospedería Puente de Alconétar
SOCIEDAD

Garrovillas de Alconétar representa historia y cultura en el corazón de Extremadura

El Hotel Puente de Alconétar está construido sobre el que fuera Palacio de los Condes de Alba

Garrovillas de Alconétar se sitúa en un punto privilegiado de Extremadura. Está cerca de Cáceres, Plasencia, Monfragüe, Alcántara y Mérida.

Su ubicación facilita las visitas a los principales destinos de la región. Todo ello sin perder la calma de un pequeño pueblo.

La Plaza Mayor es uno de sus mayores tesoros. Fue levantada entre los siglos XV y XVI y mantiene un atractivo monumental único. Allí se alza el Palacio de los Condes de Alba de Liste, hoy convertido en la Hospedería Puente de Alconétar.

El edificio combina historia y comodidad. Su restauración conserva el encanto del pasado y lo adapta a un hotel de cuatro estrellas.

Edificio antiguo de piedra con arcos y una torre bajo un cielo azul

El patrimonio religioso es otro de los grandes atractivos. La Iglesia de Santa María de la Consolación, del siglo XV, guarda el órgano más antiguo de la Península Ibérica.

La Iglesia de San Pedro Apóstol muestra un estilo entre lo románico y lo gótico. Su retablo renacentista y su órgano del siglo XVIII son piezas de gran valor. El convento de las Monjas Jerónimas mantiene la tradición de repostería artesanal.

La cultura también encuentra su espacio. El Corral de Comedias, inaugurado en 1991, reproduce el ambiente teatral del Siglo de Oro. Acoge representaciones y eventos públicos.

Letrero de la Hospedería Puente de Alconétar sobre una pared de piedra

Las fiestas locales refuerzan la identidad del municipio. En agosto se celebra San Roque con transformaciones taurinas en la plaza. En septiembre, la Feria de San Mateo recuerda su antiguo esplendor ganadero.

El entorno natural añade riqueza al conjunto. A media hora, en Malpartida de Cáceres, se encuentra Los Barruecos. Sus formaciones graníticas, su paisaje y el Museo Vostell, dedicado al artista alemán Wolf Vostell, lo convierten en un lugar imprescindible.

La tradición también florece en febrero con la Muestra del Almendro en Flor. Caminatas, paseos a caballo o rutas en bicicleta se suman a la degustación de productos típicos.

Garrovillas de Alconétar se presenta así como un destino completo. Historia, cultura, naturaleza y tradición conviven en un mismo espacio. Un lugar tranquilo y cercano a los grandes referentes de Extremadura.

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