El temible Helicoide: el posible destino de los españoles detenidos por Maduro

En medio de una creciente tensión diplomática entre Venezuela y España, dos ciudadanos españoles, Andrés Martínez Adasme y José María Basoa Valdovinos, han sido arrestados. Por acusaciones de terrorismo y presunta vinculación con un complot para asesinar al presidente Nicolás Maduro.

Esta detención ha generado preocupación tanto en el gobierno español como en la comunidad internacional. Especialmente debido a la falta de información oficial sobre su paradero. Se teme que estos ciudadanos estén detenidos en uno de los centros de reclusión más temidos del régimen chavista: el Helicoide.

El Helicoide, ubicado en Caracas, es conocido por ser un centro de represión operado por el  Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin). Originalmente diseñado en la década de los  50 para ser el centro comercial más grande de América Latina. Este imponente edificio ha adquirido una reputación siniestra como cárcel para opositores políticos y personas acusadas de conspirar contra el gobierno de Maduro.

El arresto de los españoles y la falta de información

José Manuel Albares, ha solicitado de manera urgente al gobierno venezolano información sobre la identidad y el paradero de los detenidos. Tal como lo exige la Convención de Viena.

Sin embargo, hasta el momento, no ha habido confirmación oficial. Según las autoridades venezolanas, los españoles estaban involucrados en actividades desestabilizadoras. Además mantenían vínculos con el CNI, lo cual ha sido desmentido categóricamente por el gobierno español.

A pesar de la gravedad de las acusaciones, las familias de los detenidos han señalado que perdieron contacto con ellos en Colombia, cuando se dirigían a Puerto Ayacucho. Tras su desaparición el 2 de septiembre, se presentó una denuncia en España el 9 de septiembre. Las autoridades españolas temen que los ciudadanos hayan sido arrestados arbitrariamente, en un intento del régimen venezolano de desviar la atención de los problemas internos.

El Helicoide: una prisión temida por opositores y activistas

El Helicoide es un símbolo del abuso de poder en Venezuela. Este edificio, que debía representar el progreso y la modernidad en la era de Marco Pérez Jiménez. 

Se ha convertido en un centro de torturas y represión. En su interior, el Sebin detiene a aquellos que son considerados enemigos del gobierno. Organizaciones internacionales, como la ONU, han señalado que el Helicoide es un centro de violaciones sistemáticas de los derechos humanos.

Los relatos de exdetenidos revelan un entorno de violencia extrema. Denuncias de tortura incluyen asfixia con bolsas plásticas, agresiones físicas y psicológicas, y largos periodos de aislamiento en celdas oscuras y sin ventilación. Estas conocidas como "la tumba".

Además, activistas y periodistas han denunciado la detención de menores de edad y estudiantes que participaron en protestas contra el régimen.

Uno de los casos más emblemáticos fue el de  Juan Carlos Requesens. Diputado venezolano que fue arrestado y torturado  en el Helicoide tras ser acusado de participar en un intento de magnicidio contra Maduro. Su caso fue presentado ante la Corte Penal Internacional como parte de una denuncia por crímenes de lesa humanidad cometidos por el gobierno venezolano.

Tensión diplomática y posibles repercusiones

La detención de ciudadanos extranjeros, en particular de españoles, aumenta la presión sobre el régimen de Maduro. España ha exigido garantías de que sus ciudadanos reciban un trato justo y acceso consular, pero hasta ahora, las autoridades venezolanas han sido evasivas. La posible detención de Martínez Adasme y Basoa Valdovinos en el Helicoide genera temores sobre su bienestar, dados los antecedentes de este centro.

El Parlamento venezolano ha instado a Maduro a romper relaciones diplomáticas con España, lo que podría complicar aún más la situación de los detenidos. Además, Diosdado Cabello, uno de los principales líderes del régimen, sugirió que los ciudadanos españoles no estaban de vacaciones, utilizando argumentos cuestionables para sostener las acusaciones de espionaje y terrorismo.