La sucia estrategia del equipo de Kamala Harris que vincula a Google

La controversia en torno a  la campaña de Kamala Harris  ha generado un debate intenso sobre la manipulación de titulares de prensa sin la autorización de los medios de comunicación afectados.

Este escándalo estalló cuando se descubrió que el equipo de la  vicepresidenta de Estados Unidos estaba utilizando anuncios pagados de Google. Para modificar los titulares de artículos de medios reconocidos como The Guardian, Reuters y CBS News, sin su consentimiento. A pesar de que Google afirma que la campaña no viola sus políticas, este incidente ha suscitado preocupación sobre la desinformación y la ética en la publicidad electoral.

El Escándalo: Manipulación de Titulares

La alarma sobre la manipulación de titulares por parte de la campaña de Kamala Harris fue dada a conocer por el medio Axios. Un portal que no es conocido por simpatizar con Donald Trump.

Según su informe, la campaña de Harris estaba  editando los titulares de noticias y descripciones en los anuncios  de búsqueda de Google. De manera que parecía que medios importantes respaldaban su campaña. Esto, sin embargo, se realizaba sin el conocimiento o consentimiento de los medios en cuestión.

Este tipo de estrategia ha generado malestar entre los medios afectados, que nunca fueron informados sobre las modificaciones en los titulares.

El informe revela que las modificaciones permitieron que el equipo de Kamala Harris añadiera enlaces a anuncios pagados. Que parecían ser artículos originales de los medios mencionados.

Al hacer clic, los usuarios eran redirigidos a los sitios de noticias originales. Pero el texto visible en los anuncios había sido alterado para favorecer a la vicepresidenta, creando una percepción errónea sobre el contenido real.

El Rol de Google y su Política de Anuncios

A pesar de la controversia, Google ha declarado que los anuncios publicados por la campaña de Harris no violan sus políticas comerciales. La compañía subrayó que se trataba de anuncios pagados claramente etiquetados como "sponsored", lo que supuestamente evita confusión. Google también explicó que los anunciantes políticos deben pasar por un proceso de verificación de identidad, y que en los anuncios se incluye información clara sobre quién los ha financiado.

No obstante, Axios apuntó a un fallo técnico en la biblioteca de anuncios de Google que provocó que algunos anuncios no incluyeran la información necesaria sobre el origen del financiamiento. Google aseguró que están investigando lo sucedido y trabajan para resolver el problema.

A pesar de estas garantías, la confusión entre los lectores ha sido significativa, ya que muchos usuarios pueden asumir que los titulares alterados. Que provienen directamente de los medios de comunicación, cuando en realidad son manipulaciones de la campaña.

Malestar entre los Medios Afectados

Los medios afectados por esta manipulación han expresado su descontento. The Guardian, por ejemplo, se mostró sorprendido y molesto por el uso no autorizado de su marca.

A través de un portavoz, el medio declaró que entiende por qué una campaña política querría alinearse con su marca de confianza. Pero insistió en que debe ser utilizado con su permiso y de manera adecuada.

El diario también ha confirmado que se pondrá en contacto con Google para obtener más información y resolver esta situación. Otros medios, como Reuters y CBS News, han expresado preocupaciones similares, aunque hasta el momento no han hecho declaraciones públicas sobre posibles acciones legales.

¿Qué Dice la Campaña de Harris?

Fuentes cercanas a la campaña de Kamala Harris han defendido sus acciones, alegando que los anuncios pagados son una forma de proporcionar más contexto a los votantes sobre la vicepresidenta. Según estas fuentes, los anuncios buscan resaltar noticias reales y añadir información adicional para ayudar a los votantes a formarse una opinión informada sobre Harris.

Hasta el momento, no se ha demostrado que la campaña de Donald Trump utilice una táctica similar en su publicidad digital. Esto ha permitido a los críticos de Harris argumentar que su equipo está participando en prácticas poco éticas. Que podrían socavar la confianza en los medios y contribuir a la confusión de los votantes.